El enlace del nieto de Isabel II resaltará la belleza de un ceremonial cargado de tradición, de los magníficos edificios de la capital inglesa y del entusiasmo de la Familia Real británica. A continuación, repasamos cómo se ultiman los detalles de la ceremonia.
Las previsiones meteorológicas de los próximos días intentarán ir adelantando el tiempo con el que se levantarán los británicos. Una soleada mañana de cielos azules es lo que todos desean para poder disfrutar del momento.
Ya parece que se oye el repicar de las campanas de la Abadía de Westminster dónde el príncipe Guillermo, primogénito de Carlos de Inglaterra y segundo en la línea de sucesión al trono británico, y Kate Middleton contraerán matrimonio el próximo 29 de abril.
Londres es un hervidero de acontecimientos. Cada día surge una curiosidad nueva y se conoce algún detalle más sobre el enlace, ya que treinta años después de la boda del príncipe de Gales y Diana Spencer, las comparaciones entre las dos novias no se harán esperar.
La reina Isabel II interviene en muchas de las decisiones. Alrededor de 1.900 invitados acudirán a la ceremonia religiosa en la abadía; entorno a 600 se dirigirán después al Palacio de Buckingham, donde se celebrará la recepción tras el enlace, y alrededor de 300 familiares y amigos íntimos estarán presentes en la cena que ofrecerá el príncipe Carlos en su residencia de Clarence House.
Los nervios de la boda
Natural y espontáneo, el príncipe Guillermo admitió, en unas declaraciones informales a la prensa tras mostrar su trabajo Real Fuerza Aérea (RAF), estar tan nervioso por su boda que hasta le temblaron las rodillas durante un ensayo del enlace real.
Los nervios de la novia también se perciben y se reflejan en su silueta, cada día más estilizada, hasta el punto que ha comentado que pone especial cuidado en su alimentación, porque no quiere perder peso.
El enlace de un miembro de la realeza siempre capta la atención de miles de personas de todo el mundo. Espectadores que ese día tendrán en el televisor su principal aliado. El ministro británico de Cultura, Jeremy Hun, maneja una audiencia de cifras millonarias, sobre todo teniendo en cuenta que se esperan a unos 8.000 periodistas procedentes de todo el mundo.
Música
Son también millonarias las cifras que se manejan relativas al coste de la boda. Según los medios de comunicación, la cifra podría ascender a 34 millones de dólares. Como dato destacado, sólo los arreglos florales han costado 800.000 dólares.
En la abadía, será el Coro de Westminster y el de la Capilla Real los encargados de ambientar musicalmente el acto religioso, dirigidos por el organista James O'Donnell.
Rumores para todos los gustos circulan por Londres. Se llegó a comentar que Paul McCartney o Elton John podrían cantar, pero el Palacio de St James's ha salido al paso y ha asegurado que no están previstas actuaciones en solitario.
Sí se contempla que se grabe un álbum oficial con la música que amenice el enlace, tal y como se hizo en la boda de los príncipes de Gales, y que resultó un éxito. El disco fue número uno durante dos semanas en la lista de los discos más vendidos en agosto de 1981.
La encargada de la grabación del disco será la productora en música clásica Anna Barry. "Es un gran honor y una enorme responsabilidad", ha manifestado.
Coche o carruaje
Tras la boda religiosa, los recién casados se subirán a una bella carroza tirada por caballos, la 1902 State Landau, y emprenderán un corto recorrido para saludar a la multitud que se congregue en las zonas más emblemáticas de la ciudad, hasta llegar al Palacio de Buckingham.
Si el tiempo no acompaña y llueve, todo está previsto. En ese caso, la pareja irá en el Coche de Cristal, una carroza cubierta construida en 1881 que ganó celebridad al trasladar a Lady Di a la catedral londinense de San Pablo el día de su boda.
El príncipe Harry, hermano y padrino del novio, y Pippa Middleton, hermana y dama de honor de la novia, les seguirán en dos carruajes separados.
Por su parte, la reina Isabel y su esposo, el duque de Edimburgo, y el príncipe Carlos y su esposa Camila, acompañados por los padres de la novia, formarán parte de la comitiva en sendos carruajes Landau.
Protocolos
Algunas empresas han resurgido con motivo de la boda, especialmente las que tienen que ver con el turismo y a las buenas maneras que, argumentando que siempre hay que estar preparado para todo, ofrecen a niñas de entre 7 y 12 años cursos de protocolo. Teniendo en cuenta el gusto por el ceremonial de la corte británica, nunca está de más conocer detalles.
Cuando finalice el desfile de carrozas y mientras los invitados degusten el buffet que se servirá en el Palacio de Buckingham, aquellos que estén en Londres podrán realizar algunas de las visitas guiadas que ofrecen empresas de turismo por los lugares que guardan una estrecha relación con la joven pareja.
El negocio es el negocio y la boda ha abierto varias vías. Por unas pocas libras se puede conocer el bar donde William ahogó sus penas tras separarse temporalmente de Kate en 2007, y en el que la volvió a conquistar pocos meses después, y la tienda de ropa donde la novia del príncipe trabajó una temporada tras su paso por la universidad. Ya contamos en Divinity que cualquier objeto puede convertirse en un recuerdo del evento del año.
La joyería Garrard, autora del anillo de compromiso , y que lució en su boda la princesa Diana, es uno de los puntos de referencia en la mayoría de las visitas a Londres.
En el hotel Ritz se puede degustar un té a las cinco "inspirado en la realeza"; Además, en la selecta joyería Asprey se pueden contemplar algunos diamantes "fabricados para reinas" y también aprender a reconocer las flores y los aromas preferidos de Guillermo y Kate en la Floristería Real.