La casa de Madonna en Manhattan, situada en el exclusivo Upper East Side, tenía tres pisos, pero Madonna necesitaba uno más para construir un gimnasio. Y acaba de cerrar el trato. El añadido de una nueva planta eleva el tamaño de este pequeño cubículo a 1.286 metros cuadrados, aparte de un jardín de 278 metros y una bodega. La gracia completa le ha costado 32 millones de dólares.
La nueva planta, de unos 150 metros cuadrados, será ocupado casi en su totalidad por el gimnasio. También está reformando parte de los otros pisos, tirando las paredes que separaban los dormitorios y baños ya existentes para crear un dormitorio principal en el tercer piso con un área para el tocador, flanqueada por un enorme vestidor, y un baño principal. Al otro lado del vestíbulo ha construido un salón de belleza y un vestidor destinado a guardar sus maletas.
En el mismo piso habrá otro dormitorio principal con otro vestidor, que según rumores del New York Post sería para su actual novio, Jesús Luz. ¿Es Madonna de las que prefieren dormir solas? Eso parece.
En total está planeada la construcción de diez dormitorios y trece cuartos de baño, que se añaden a otras curiosidades de la casa de la diva con brazos de zombie: el primer piso alberga una sala de pintura y algo que, según los planes de la obra, se trataría de un "salón de seguridad" con un bar adjunto.
Muy bien, Madonna: si algún día hay un ataque nuclear y tienes que meterte en un salón-bunker, mejor tener la ginebra a mano.
Las licencias de obra presentadas en el ayuntamiento de la ciudad indican que el coste de la obra, por ahora, es de 1,7 millones de dólares.
Por cierto, la casa de Madonna, según nos revela un paseíto por Google Street View, tiene cerca los siguientes establecimientos: un salón de belleza llamado Beauty Nails, una lavandería (de suma utilidad para llevar todas las toallas sudadas que se deje en el gimnasio), un restaurante italiano (aunque Madonna sólo hace dieta macrobiótica y tiene un chef japonés, así que antes muerta que comerse una pizza), una tienda de pijamas llamada Bonne Nuit y un edificio llamado Webster, como el célebre niño afroamericano de la serie de éxito de los ochenta.
¿Se parece esto en algo a tu casa, lector? Puedes contárnoslo en los comentarios.