"He consumido cocaína con, entre otras personas, Elisabetta Canalis". Esto lo ha dicho Karima, una modelo de 26 años que trabajaba en un club en Milán que actualmente está siendo investigado por la policía italiana por estar implicado en una red de prostitución y de drogas. ¿Y qué hace una modelo en un club de ese tipo? Pues ayudar aquí y allá, suponemos.
Los clubes en cuestión, llamados Hollywood y The Club, eran frecuentados por celebridades internacionales cuando se encontraban en Milán. El mundo es a veces curioso: al público da por supuesto que la cocaína forma parte del día a día de las superestrellas, pero cuando descubren que este mito puede ser real, se sorprenden igual. En fin.
Kate Moss lo sufrió en sus carnes y ahora le puede tocar a la novia de George Clooney. El Corriere della Sera informa de que desde 2008 las prostitutas campaban a sus anchas por ambos clubes, siempre aparentando ser hermosas encargadas de relaciones públicas (en el mundo nocturno es a veces difícil captar la diferencia entre ambas profesiones, que conste). Al parecer, las celebridades consideraban aquello una especie de territorio sin ley. "Las celebridades eran consideradas gente VIP, protegidos y escondidos para que pudieran hacer lo que quisieran, sin estar sometidos al escrutinio de los demás clientes", declara Karima.
Decir VIP es poco: "aquellos que querían sentarse en una mesa con gente famosa llegaban y les ofrecían cocaína gratis... a cambio del honor que supone estar sentado en una mesa con modelos y celebridades del mundo de la moda, el entretenimiento y los deportes".
Los clubes fueron cerrados hace dos días y sus propietarios están bajo arresto domiciliario. La pobre Elisabetta Canalis, cuyo nombre salió de refilón, se ha convertido en la gran protagonista de esta historia. Las preguntas son varias: si todo tipo de celebridades se ponía fina en el local, ¿por qué no han salido nombres más poderosos a la luz y sólo se nombra a Elisabetta, que al fin y al cabo es famosa de rebote gracias a ser la novia de George Clooney?
Y la segunda, ¿por qué nos sigue sorprendiendo ver las palabras "cocaína" y "estrella de Hollywood" en la misma frase? Lo raro sería ver estrella de "Hollywood" y "batido de limón".