Hay tres cosas que la ex Hannah Montana no puede ver ni en pintura: el Twitter, Robert Pattinson y los musicales. Harta de que miles de personas no dejen de cotillear sus estados de ánimo, de preguntarse por qué millones de niñas suspiran por el galán del comienzo de la década y de por qué le ofrecen papeles en musicales de Broadway. La Cyrus ha decidido liarse la manta a la cabeza y hacer públicos, en una entrevista en televisión, en el show de David Letterman, sus tres odios más recientes.
Lo curioso es que antes de convertirse en el remake de Britney Spears que es ahora, tras su marcha de la serie de Hannah Montana, ella era una adolescente más adicta al Twitter. Jamás podremos olvidar esos momentos en los que rompía con un chico y espetaba lindezas del calibre: "¿Por qué es tan difícil decir adiós?". Su Twitter nos hizo vibrar y ser teenagers otra vez. Ahora, en cambio, asegura que... "Twitter me parece estúpido. Lo odio, discúlpenme. Pero debería ser excluido del universo. No puedo quejarme de no tener vida privada si estoy diciendo a cada momento lo que voy a hacer", asegura.
Y para no quedarse corta también ha declarado odiar los musicales. “Honestamente, ¿musicales? Lo siento, no me gustan”, ha reconocido una de las pocas actrices jóvenes verdaderamente capacitadas y preparadas para estar al frente de un musical en condiciones.
Pero la guinda del pastel la puso cuando abrió su joven bocaza para hablar de Robert Pattinson: "No me gusta nada y a las fans tampoco. Ellas están apasionadas por el personaje de Edward, no por Robert Pattinson". Y se quedó tan ancha. Como se la echen encima las fans de 'Crepúsculo' no van a dejar ni los huesos...