Diez Minutos se hace eco de cómo los Duques de Palma pasan un día normal
Cuando hay una noticia muy evidente, de la que todo el mundo habla, está claro que la apuesta tiene que ser, o aportar una información relevante o apostar por algo que no tenga nada que ver. El Diez Minutos parece que no tenía nada que decir sobre la boda de Kate y Guillermo, ese enlace que es más bien una faena para los invitados porque eso de citarles a las 9.30 de la mañana parece una prueba de esfuerzo. Ya imagino a las invitadas levantándose a las seis para peinarse y arreglarse y llegar a la comida derrengadas.
Diez minutos opta por hablar de otra familia Real, la nuestra y, de hecho, en portada ni siquiera alude a la inglesa. La verdad es que parece que tampoco tienen mucho qué contar. Por una parte abren diciendo que Leonor y Sofía, las nietas de los Reyes, están muy primaverales en Palma y luego, dentro, además de comentar la misa de Pascua, a la que no asistió el Rey, nos “regalan” un reportaje que podría titularse 'Un día de fiesta normal y corriente' en el que dedican cuatro páginas a contar un paseo turístico de la Infanta Cristina e Iñaki Urdangarín por los lugares más turísticos de Washington.
Como lo de un día como otro cualquiera en una ciudad norteamericana no sería muy atractivo, pues ellos lo titulan “Cristina e Iñaki ejercen de guías en Washington”. Claro, uno, en el momento de crisis que vivimos, lee eso y se pega un susto. ¿La cosa está tan mal como para que la familia Real se dedique a ser guía en un país ajeno encima? Pero no, nos quedamos más tranquilos porque se trata de que lo hacen gratis, porque les habían visitado unos amigos de España.
El artículo tiene diversas fotos en las que se ve, lo rubios y lo felices que son todos ellos y cómo Iñaki es un padrazo que se ha adaptado a las costumbres de USA e incluso juega con un balón de fútbol americano con su hija.
Eso sí, en otra foto, se ve que el vástago mayor, Pablo, da patadas a una pelota de balompié del nuestro, con el Capitolio de fondo. Pero el texto es realmente largo y está claro que el autor, el pobre, no tenía mucho que contar. Así que se dedica a contar un poquito de la historia de la ciudad, como que estuvieron en “el monumento a Abraham Lincolm. Este espacio ha acogido momentos clave de la historia americana, como el discurso “Yo tengo un sueño” de Martin Luther King en 1963”.
Lo que más nos gusta, en cualquier caso, es lo “normales” que son todos ellos y esa manera de llevar ropa “casual” en tonos azules y beige (que es el uniforme oficial del pijo informal) que ya ha marcado estilo. En Palma esos dos colores son algo así como el uniforme corporativo de los de la corte Real.