Prince ejerce de visionario musical: "Internet está acabado"
Si vives en Inglaterra, este domingo puede ser un gran día: el nuevo disco de Prince, '20ten' vendrá gratis con el diario The Mirror. Aquí nos tenemos que confirmar con que El País distribuya el nuevo de El Cigala y, cuidadito, a cambio de diez euros (que podría ser peor, podría ser de Pitingo o El Barrio). Esto sólo indica dos cosas: que Inglaterra es la nación más avanzada del mundo y en España parecemos homo erectus y que Prince, como siempre, sigue a la gresca con la industria musical. Y no nos puede gustar más, claro.
El periódico ha publicado una entrevista con el cantante en el que éste hace algunas sorprendes revelaciones. La más llamativa es "Internet está completamente acabado", algo que si dijese un anciano con un gorrito de plata subido a una fuente haría que nos riésemos de él, pero que si dice Prince se merece un minuto de atención.
"No veo por qué debería dar mis nuevas canciones a iTunes o a cualquier otro. No me van a pagar un adelanto por ello y encima se enfadan cuando yo me niego a dárselas. Internet es como MTV. Hubo un tiempo en el que MTV era moderna y de repente está trasnochada. Todos esos ordenadores y cacharros digitales no son buenos".
Tal vez demasiados años en la música han afectado la memoria de Prince, pero en 2009 Apple comercializó una edición especial del iPod Touch llamada Prince Opus iPod con funda de terciopelo que salía al módico precio de 1.600 euros. En cualquier caso valoramos el derecho de cualquiera a cambiar de opinión: "Esas cosas llenan tu cabeza de números y eso no puede ser bueno".
Otro momento interesante de la entrevista llega cuando el entrevistador le pregunta por Michael Jackson. La relación de ambos divos siempre fue tensa, luchando por una especie de trono que a ojos de muchos no tendrían por el que haberse peleado desde el principio. "Siguiente pregunta", responde secamente Prince, que tampoco quiere hablar de su infancia ni de su actual novia, la espectacular Bria Valente.
Desde 1994, época en la que era un artista superventas en toda regla (su cifra de discos vendidos a lo largo de treinta años llega a los 100 millones), Prince empezó a llevarse mal con la industria musical. Consideró que Warner, su discográfica por aquel entonces, coartaba su libertad creativa al sugerir que sus discos fuesen publicados más esporádicamente, pero él iba a disco por año.
Prince es un creador indómito al que siempre han parecido salirle las canciones como chorizos de una máquina (entre las cuales, lógicamente, siempre se han encontrado obras maestras y verdaderos truños). Cuando Prince publicó un disco triple el mercado se encontraba ya un poco saturado de él, y cuando publico uno quintuple, directamente lo ignoró.
En los últimos años se ha vuelto testigo de Jehová. Y es extraño que haya renegado de Internet, un medio que le permitiría publicar todas las canciones que le dé la gana y cuando él desee. Regalar su música con un periódico es, eso sí, una forma de darle una patada en el culo a la industria discográfica con la que siempre se llevó fatal. Él ya tiene una fortuna como para vivir cien vidas. Ellos se lo pierden.