Es una fórmula con más años que la Coca-cola pero siempre funciona: las protas de una serie tienen que ser amigas, estar cañón y que una sea rubia y otra morena. Fácil, frívolo e incluso un poco machista, pero triunfa. Será por eso de que los polos opuestos se atraen o para agradar a los espectadores que las prefieren rubias y también a los que tienen debilidad por las morenas pero los guionistas saben que ese tándem es garantía de éxito.
Las series de adolescentes Echa la vista atrás y verás que te salen más ejemplos de los que pensabas: una platino triunfadora y popular, que se lleva a los chicos de calle – y, generalmente, al guapo de la serie –escoltada por una morena que también tiene su aquél. Y es que la dicotomía rubia-morena es un clásico básico de la televisión. ¿Tú con cuál te quedas?
Ellas son el ejemplo perfecto: las reinas del Upper East Side deseadas por ellos y envidiadas por ellas. Serena Van der Woodsen (Blake Lively) y Blair Waldorf (Leighton Meester), tanto monta, monta tanto. Aunque le han dado una vuelta de tuerca al cliché ¿qué es eso de que la morena sea la que manda? La reina B ha demostrado que a ella no le hace sombra ni Serena, por mucho escote que enseñe. La mala leche de la morena gana de lejos a la rubiales, que tiene el mismo gesto cuando Nate se declara, rompe con ella o cuando se enrolla con su mejor amiga. Pero, aunque hayan tenido algún problemilla, ¿quién se atrevería a meterse con esta pareja
El modelo rubia/morena se repite tanto que podríamos jugar a las siete diferencias y a veces no sacaríamos tantas. Por ejemplo ¿no se parecen de manera sospechosa Serena y Blair a Marissa y Summer (Mischa Burton y Rachel Bilson) de The O.C.? Guapas, populares, que se reparten a una pareja de chicos que son íntimos amigos.
Y echando la vista un poco más atrás, ¿quién no recuerda esa pareja formada por dos mitos adolescentes como Brenda y Kelly de 'Sensación de vivir'? Shannen Doherty y Jenni Garth se querían en un episodio y se odiaban en el siguiente, con intercambio de novios incluido. Porque, por mucho que sean mejores amigas, lo de levantarse al churri es otro de los mandamientos. Serena se enrolló con Nate - ¿la veremos algún día enrollarse con Chuck?–, Joey y Jenny se dieron de tortas por Dawson – que alguien me explique qué se les pasaba por la cabeza - y Peyton y Brooke iniciaron una guerra por Lucas, el buenorro de One Three Hill.
La excepción – y nuestras favoritas – son Rachel y Monica, una de las parejas de rubia vs morena que más ha durado y que, salvo por lo de compartir el novio, cumple todos los requisitos.
Un apunte: el statu quo se ve a amenazado por la oleada de pelirrojas que también reivindican su hueco. ¿O es que alguien sería capaz de negarle algo a la exuberante Christina Hendricks (Joan Harris en 'Mad Men') o a la encantadora Lilly de 'How I Met your Mother'?
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