Joey, el hermano pequeño de 'Blossom', y 'Sabrina', la bruja adolescente, sólo tienen 34 años. No sus personajes, que se quedaron en una adolescencia ficticia y perpetua tras la cancelación de sus respectivas series, sino los actores que les daban vida, Joey Lawrence y Melissa Joan Hart. Esto suena rarísimo: uno tenía la seguridad de que esas estrellas de hace tantos años, que tenemos asociadas a tardes de Nocilla y Tang al volver de clase, debían de estar ya jugando al cinquillo en un geriátrico de Hollywood. Pero tengamos en cuenta que ellos eran unos pipiolos adolescentes por aquel entonces. ¿Qué se hace, pues, cuando con treinta años te has convertido ya en una vieja gloria? Pues deshacer el caminito y volver al punto de origen.
Melissa Joan Hart y Joey Lawrence estrenan esta noche, 17 de agosto, una serie para la que un grupo de expertos se pasó varios días y varias noches pensando un título: 'Melissa & Joey'. Esto de titular la serie como el o los protagonistas no es sólo un acto de vagancia, sino una tradición para artistas en horas bajas: años ha, en los noventa, Cybill Shepherd protagonizó "Cybill" y Jenny McCarthy protagonizó "Jenny". ¿Para qué inventarse un nuevo nombre si al público ya le cuesta bastante acordarse del tuyo? 'Melissa & Joey', una serie de Disney -que es el equivalente televisivo de un puesto de interino en una oficina del Ayuntamiento- tiene, eso sí, una trama de lo más delirante. ¿Podría funcionar?
Melissa es una política (¡¡!!) cuya hermana es ingresada en prisión (¡¡¡!!!) y debe hacerse cargo de los hijos de ésta. Para ello contrata a una nanny, pero quien aparece es Joey, un rudo vendedor en bancarrota que necesita un empleo. A partir de aquí es todo previsible: tensión sexual no resuelta (pero tampoco mucha, que esto se emite en ABC Family), mucha confusión por el cambio de roles tal y como son entendidos en la sociedad americana de posguerra, bla, bla, bla, y unos niños que, sin haber visto la serie, me atrevo ya a calificar de detestables y odiosos, como todos los niños en las telecomedias familiares (excepto el pequeño Brian en 'Alf', que era un alma solitaria y trágica).
Es lógico que miremos atrás para saber qué ha llevado a estas dos pobres figuras mediáticas a terminar en una telecomedia familiar que lleva sus propios nombres en el título. Melissa Joan Hart triunfó en la tele muy, muy joven gracias a la serie 'Clarissa' (que si no me equivoco emitía La 2 por las tardes en nuestro país) y después continuó la racha con 'Sabrina: cosas de brujas' (Antena 3 tenía la manía de titular absolutamente todas sus series con las palabras "Cosas de..." hace unos cuantos años: 'Cosas de brujas', 'Cosas de hermanas', 'Cosas de casa', 'Cosas de marcianos', 'Cosas de gemelas' y podríamos seguir). Pero cuando intentó dar el salto al cine no tuvo tanta suerte. Su proyecto 'Next to you', una comedia adolescente de las que había como churros en los tardíos noventa, cambió su título a 'Drive me crazy', que estaba incluido en su banda sonora. ¿Cuán poca fe puede tener una productora en una película para cambiar el título por el de una canción de Britney Spears? ¡Ah, pobre Melissa: en su vida tendrá un título digno para nada de lo que haga!
Melissa siempre quiso ser tomada en serio ("me encantaría interpretar a una prostituta drogadicta", confesó en 1999 a la ya difunta revista Movieline) pero nunca se le dio la oportunidad. Cuando posó en ropa interior para Maxim sólo consiguió levantar la ira de los padres abonados a Disney Channel y cuando intentó triunfar en el reality show 'Dancing with the stars', el 'Más que baile' americano, quedó en una mediocre novena posición.
'Dancing with the stars' fue también una de las paradas de Joey Lawrence en 2006. Tras la cancelación de 'Blossom' en 1995, que le había convertido en un sex symbol adolescente y después hizo mucha, mucha tele, con papeles por aquí y por allá. Tuvo algo más de suerte que Melissa en cine: la secuela de 'Leyenda urbana' fue un relativo éxito, aunque el papel de Joey no era protagonista y la calidad de la película no debería hacerle sentir muy orgulloso. Eso sí, su personaje no moría, lo cual ya es un punto en una película de terror adolescente. En Broadway recibió buenas críticas por interpretar a Billy Finn en 'Chicago' e incluso llegó después a presentar su propio programa de baile.
¿Qué será de esta serie, que por ahora tiene asegurada una primera temporada de diez capítulos? Las críticas no han sido muy halagüeñas, pero atención a este extracto de la crítica de Los Angeles Times: "Una broma muy desafortunada tiene como protagonista a la pequeña sobrina de Melissa, que tiene problemas por haber escrito un poema que hace una rima muy creativa con el nombre de su profesora, miss Lunt". Miss Lunt rima con "cunt", que en inglés significa "coño". Si las cadenas familiares empiezan a mostrar este peligroso nivel de picardía, HBO podría irse al garete.