Sartorius: "Con 14 años iba a comprar droga para mi madre"
divinity.es
21/02/201210:37 h.Sabe que su biografía va a levantar ampollas, pero no le importa. Isabel Sartorius, la primera casi princesa del Príncipe de Asturias, habla por primera vez en el libro titulado ‘Por ti lo haría mil veces’ (Martínez Roca Ediciones) de aspectos muy íntimos y desconocido hasta ahora. Se explaya sobre todo en la dependencia dañina que ha tenido durante años de su madre, adicta a la cocaína; de la relación con Felipe, de quien dice que vino en su "rescate" y desmiente que fuese la Reina Sofía la culpable de su separación con el heredero. Repasamos algunas de las frases más impactantes del libro, a la venta desde este martes.
El día en el que murió su madre, en abril de 2009, Isabel tomó la decisión de comenzar a escribir su libro. Una especie de catarsis, de liberación de su propia madre, el ser que más quería y el que más le ha marcado. La propia protagonista indirecta Isabel Zorraquín, se lo había pedido tres años antes:"Escríbelo, Isa, escríbelo…, con todo lo que sabes a lo mejor ayuda".
Zocarraín estuvo casada en primeras nupcias con Vicente Sartorius, marqués de Mariño y padre de Isabel, y en segundas con el político peruano Manuel de Ulloa en Lima, donde fue a vivir con los tres hijos del primer matrimonio. "A mi madre siempre la vi como víctima. Víctima del amor y de un matrimonio que le rompió el corazón. Puede que algunas personas no lo entiendan, pero fue eso".
Por primera vez, Isabel Sartorius cuenta esto: "Con 14 años salía del colegio e iba a comprar droga para mi madre".
"Me preocupaba tanto por ella que esa unión tan intensa nos enredó por completo y dejó en mí la semilla de un trastorno que marcaría mi futuro". "Asumí un reto que me sobrepasaba: el de su rescate".
Una de las principales intenciones de este libro es ayudar a otras personas que hayan sufrido este trastorno psicológico. El mensaje es que, con la ayuda adecuada, todo el mundo puede recuperar su autonomía emocional. Para el codependiente la "droga" es la adhesión total a otra persona. O lo que slo mismo y en palabras de Isabel: "Mendigan amor toda su vida y construyen su identidad a través de esa otra persona. Les entregan su vida y hacen lo que sean con tal de ser queridas".
"Lo único que tenía dentro de mí era una pasión enorme por proteger a mi madre y ayudarla en todo lo que me pidiera. Era devoción".
Un capítulo completo dedica Sartorius a su relación con don Felipe, con el que mantiene una profunda amistad, igual que con doña Letizia. Isabel siempre ha dejado claro que Letizia es uno de sus principales apoyos y que el cariño que les une a los tres no tiene dobleces.
"Mi relación con don Felipe fue algo muy profundo, muy espiritual", afirma Isabel.
Sus comienzos fueron un auténtico flechazo. "Una semana más tarde me llamó un amigo común para decirme que estaban organizando una cena para el día siguiente. Confieso que no me apetecía y me daba una pereza enorme, pero de todos modos fui y me tocó al lado del Príncipe. Fue un auténtico flechazo, la verdad. Esa misma noche empecé a quererle", escribe.
"A su lado, con él, tuve una sensación de hogar, como si todo el dolor que había sufrido hasta entonces hubiese tenido un significado. En todo este lío de desestructuración y mi madre enferma apareció un príncipe azul que era un príncipe de verdad. Podía no haberlo sido. Quiero decir, podía haber sido un buen chico [...] Era el príncipe de la películas, el que llega a tiempo para el rescate".
"En todo este lío de desestructuración y mi madre enferma apareció un príncipe azul que era un príncipe de verdad".
Más tarde pasa a desmentir leyendas urbanas sobre los motivos de su separación, fraguadas a fuego lento todos estos años y que tenían a la Reina Sofía como una de las principales culpable. La Familia Real la trató excepcionalmente bien y "la Reina no tuvo la culpa de mi ruptura con el Príncipe".
Javier Soto es el padre de la niña. Con él estuvo a punto de casarse, pero a última hora canceló su boda. A pesar de ello, mantienen una gran amistad. Según Isabel, su niña "nació para enseñarme".
A ella, a la abuela y a todo aquel que haya sufrido la ‘codependencia’ dedica el libro: "A mi madre Isabel, que sigue conmigo. A mi hija, Mencía, que lo es todo. Y más. A los que caen en el infierno de las drogas y sus familiares. Para que el amor por la vida prevalezca siempre".