Si hace años la pareja ideal española era la de la tonadillera y el torero, los tópicos han cambiado y la cantante de coplas ahora es una popstar y el matador se torna una estrella del balompié.Shakira y Piqué, que encarnan este nuevo estereotipo a la perfección, disfrutaron del pasado sábado de una jornada futbolera en las grades del Camp Nou viendo ganar al F.C. Barcelona frente a Osasuna.
El jugador blaugrana no se quiso perder el juego de sus compañeros a pesar de que en esta ocasión no estaba convocado en el campo de juego. Él y su novia celebraron de lo lindo los goles del equipo catalán que ganó por dos tantos a cero al combinado navarrico.
Entre goles, faltas y córneres la pareja de enamorados se prodigó en besos, confidencias y muestras de complicidad.
La cantante colombiana disfrutó mucho más este partido que el del pasado miércoles en el que pudimos ver cómo sufría -como las tonadilleras de antaño con las faenas de sus matadores- con el juego de su amado. Esta vez el Barcelona no perdió frente a su eterno rival y se apuntaba un tanto liguero y además contaba a su lado con su Piqué por lo que la del Waka Waka estaba más que entretenida.
Eso sí, no sabemos de que hablaban mientras el juego discurría: ¿le contaría ella en qué consistirá el vestuario de su próxima gira mundial? ¿Le contaría él secretos de vestuario? ¿Le estaría dando ella recetas de comida típica colombiana? ¿Quizás Gerard le estaba diciendo como cocinar una buena butifarra?