Aitor Ocio ha publicado un comunicado para aclarar las informaciones difundidas sobre la sentencia que les obliga a él y Laura Sánchez a seguir compartiendo la custodia de su hija, Naia. En el texto aparecen revelaciones de calado, como que Laura ordenó un informe psicológico a la niña por supuestos malos cuidados del padre, aunque el resultado es que, según el texto, es una "niña feliz". Además, el futbolista sostiene que, en el juicio, los peritos lo calificaron como "más apto" para optar a una custodia completa. También revela problemas para escolarizar a la niña en un colegio bilingüe, a lo que se opondría su madre.
"Cariño, respeto y comprensión", con estas palabras se dijeron adiós Laura Sánchez y Aitor Ocio el día en que se separaron. También con un comunicado de prensa, como el que acaba de difundir el futbolista. Y pedían respeto a los medios por el bien de su hija, Naia, que entonces contaba tres años. Mucho se comentó sobre si los problemas geográficos habían minado su relación. Vasco y andaluza, se conocieron cuando Aitor jugaba en el Sevilla, pero luego tuvo que hacer las maletas hacia el norte, a las filas del Athletic, y la pareja se rompió. Ella vivía a caballo entre Sevilla y Madrid. La separación fue amistosa y decidieron compartir la custodia de su hija. El buen rollo no tardó en evaporarse. En Divinity te lo hemos contado por capítulos.
Se difundió que Aitor quiso la custodia completa. Y Laura entendió y comunicó a los medios que se estaba poniendo en tela de juicio su papel de madre. Al final, el juez ha fallado que Naia tendrá que seguir como hasta ahora, con una custodia compartida. Su madre expresó públicamente su alegría tras conocer la sentencia. Ahora ha sido el turno de Aitor Ocio. Con un comunicado, ha puntualizado y esclarecido ciertos aspectos de la disputa.
Sin denuncias: "No es cierto, como se ha llegó a publicar meses atrás que mediaran denuncias entre nosotros".
Revisión de la custodia: "En fecha 27/09/2007 se firmó ante abogado y de mutuo acuerdo Convenio Regulador por el que establecimos que hasta la edad escolar de la niña, donde habría que revisar las condiciones pactadas la guarda y custodia".
La realidad de la custodia compartida: "Los problemas surgen desde el inicio, siendo imposible conciliar con la madre calendarios y horarios fijos, ni la renovación de un convenio ante la próxima escolarización de nuestra hija. Durante todo este tiempo y en los siguientes tres años, Laura llega a disfrutar a su conveniencia de los días laborables que solicita, por mi parte no se llega a compartir con la niña ni un solo fin de semana".
Laura solicitó la custodia completa: "Se presentó la correspondiente demanda en solicitud de la guarda y custodia de Naia, con amplias visitas para la madre, incluyendo días laborables. Por su parte, Laura, solicitó la custodia de nuestra hija en exclusiva para ella, con traslado de la residencia de la niña a Madrid, y otorgándome un régimen de visitas incompatible con mi profesión".
Informes psicológicos y periciales: "Y solicitando además una prueba psicológica de Naia con base en falsas acusaciones sobre mis cuidados a la niña y lo perjudicial para su desarrollo y bienestar de lo que hasta ese momento veníamos haciendo. El informe del equipo de peritos psicólogos adscrito al juzgado de fecha 20/01/2010 negó rotundamente cualquier tipo de malestar o problema con la niña. En el juicio celebrado poco después, tanto el perito como la fiscal, prueba psicológica de Naia con base en falsas acusaciones sobre mis cuidados a la niñanegó rotundamente cualquier tipo de malestar o problema con la niñaoptaron por señalar más apto al padre
Más informes psicológicos: "También solicitó una segunda prueba psicológica de la niña, aduciendo problemas inexistentes y forzando a que con tan solo cuatro años se viera obligada a acudir a un juzgado a someterse a una nueva prueba pericial [cuyo resultado fue:] las afirmaciones del perito en relación a la situación de la niña a la que afortunadamente aprecia feliz
Problemas de escolarización: "...llegando a tener que solicitar del juez autorización para escolarizarla en un centro bilingüe, dada la injustificada negativa de la madre