Alejandro Sanz niega tener otra hija, pero estaría dispuesto a hacerse las pruebas
Ser estrella de la música, iba a decir rock star pero no es el caso, es muy complicado. Uno ve sólo el lado bueno pero también tiene su cruz. Dejando a un lado lo difícil que es hacer un disco en general y más uno de éxito, lo cierto es que parece que eso de estar todo el día ligando y de aquí para allá es un chollo y sí, al principio, puede parecerlo pero las grandes estrellas, las que ya han vivido la locura del éxito que llega en la juventud, muchas veces tienen que pagar los platos rotos de sus desmadres de hace dos décadas. Suele coincidir cuando, precisamente, apuestan por sentar la cabeza y Alejandro Sanz no es una excepción.
Cuando está a punto de tener un nuevo hijo, resulta que la madre del fruto de una relación que supuestamente tuvo hace 20 años, quiere que reconozca a su hija.
Alejandro siempre ha dado la cara, como bien reconoce su amigo y manager Capi en Pronto. El cantante, que ha negado en Twitter tener otro hija y ha pedido a sus fans que 'no crean las tonterías que dicen por ahí', estaría dispuesto a hacerse las pruebas de paternidad, aunque asegura que no se acuerda de esa chica y nadie de su entorno admite conocerla. Según dice en esta red social, 'son oportunistas sin escrúpulos y tendrán que responder ante la ley'.
Y seguramente, sea verdad o no lo de esta supuesta paternidad, Sanz no miente. Los mortales solemos acordarnos de la gente con la que hemos mantenido relaciones sexuales y/o sentimentales. Pero servidora, que ha estado de gira con muchas estrellas del rock y de la música en general, puede dar fe de que más de un músico puede verse perfectamente en el aprieto de Sanz y además que no mentiría si dijera que no recuerda a esa persona con la que estuvo unas horas en, pongamos, Cáceres.
No todas las giras ni las estrellas son iguales, pero vamos, que en la época loca, especialmente cuando un músico empieza a tener fama, lo habitual es que acaben la noche durmiendo, por no decir otra cosa, con alguna fan. Si se hacen 60 conciertos, multiplicado por varios años, pues es normal que no se acuerden de todas.
Capi es prudente en su declaración. Dice que Alejandro está dispuesto a hacerse las pruebas de paternidad porque está seguro de que esa hija no es suya, pero remata comentando que en el caso de que si lo fuera, es un caballero y se responsabilizaría de ella.
El final de su declaración es una pregunta. Se cuestiona por qué la presunta madre ha tardado 21 años en dar a conocer a Sanz que tiene una hija suya. La respuesta no puede ser más fácil, esa chica, al parecer, quiere ser cantante y, hombre, si tú has tenido un affaire juvenil con Alejandro Sanz y tu hija quiere dedicarse a la música, mejor padrino, perdón, padre no puede tener.
Veremos en qué acaba todo, pero me temo que más de un músico está temblando con todo esto. Como empiecen a salir reclamaciones de paternidad de las groupies del rock español, los juzgados van a colapsarse.