Es uno de los rostros más destacados del panorama televisivo patrio. Anne Igartiburu lleva trabajando delante de las cámaras desde hace casi tres décadas. La prensa rosa, los concursos, las galas especiales y por supuesto la retransmisión de las campanadas son algunos de los formatos que más asociamos a la presentadora vasca, que siempre ha mantenido lo concierniente a su vida privada, como su reciente ruptura de Pablo Heras Casado o la adopción de sus dos hijas (un proceso que recordaba tímidamente en 'El Hormiguero' como "una aventura y una experiencia muy dura"), en un segundo plano. Pero desde hace un tiempo, Anne suma a su carrera televisiva una faceta que sus seguidores aplauden y la mayoría desconoce: Igartiburu trabaja además como coach, una verdadera pasión que también le permite conectar con el público.
La pequeña pantalla es su hábitat natural, aunque ella misma ha reconocido que llegó al medio "por casualidad" y que siente que está en ella "de paso". A su extensa labor en todo tipo de formatos, que le ha valido varios reconocimientos profesionales, se suman además participaciones como actriz en una decena de series, y hasta papeles en la gran pantalla. Ha trabajado en teatro, se ha puesto al frente de eventos y ha sido embajadora de infinidad de marcas en campañas publicitarias. Y desde hace unos años, compagina todo esto con un rol muy destacado en el mundo del desarrollo personal.
En una entrevista para el formato Talks at Google explicó que su idilio con este universo se inició cuando ella misma se sometió a un proceso de coaching para "conciliar persona y personaje" en un momento en el que tenía dudas sobre su vida. "No terminaba de aceptar y querer lo que hacía", confesó entonces. Con el tiempo y a base de mucha preparación, acabó entendiendo que el coaching podía ocupar un papel mucho más grande en su vida, y el desarrollo personal se convirtió en una de sus pasiones.
Y se preparó a conciencia para dedicarse a ello. En 2009 comenzó una dilatada y continua formación en la materia: ha realizado numerosos estudios nacionales e internacionales, y se ha puesto en las manos de profesionales muy reconocidos del ámbito. Actualmente, además de varios títulos académicos, ostenta la certificación como 'Professional Certified Coach', el nivel superior en dicha área. Es experta en Coaching por valores, se ha especializado en emociones y se ha preparado en programación neurolingüística.
Anne entiende el coaching como otra forma de aproximarse al público, complementaria a su trayectoria televisiva. La presentadora valora mucho el aspecto divulgativo relacionado con todo ello y, además de trabajar con clientes, participa de forma muy activa a través de charlas, conferencias y en todo tipo de foros. La suma de comunicación y bienestar personal es una combinación que le motiva especialmente.
Sus redes sociales, en las que apenas hay referencias a aspectos de su vida privada como la familia que forma junto a sus tres hijos, son una auténtica carta de presentación sobre esta faceta. En concreto desde la pandemia, que se acabó convirtiendo en un momento especialmente fructífero: sus directos en Instagram durante el confinamiento han servido para reflexionar, hablar, entrevistar y dar algunas claves útiles a sus más de 230 mil seguidores. Su canal de YouTube es un repositorio de todas estas intervenciones y conversaciones, donde acumula más de 75 mil suscriptores.
En sus muchas intervenciones relacionadas con la materia, la elorriana habla maravillas de lo que le aporta esta faceta profesional, completamente vocacional, a su vida. "Se llama coaching, pero en realidad es sentido común", ha llegado a asegurar en alguna ocasión. El principal beneficio, además de acompañar a los demás a descubrir cosas sobre sí mismos, es lo mucho que aprende en primera persona sobre su propio ser.
Máximas como la aceptación de lo que uno es y lo que le ocurre, vivir plenamente el presente, identificar los valores y creencias personales o apostar siempre por el agradecimiento son algunas de las pautas que la vizcaína pone en valor habitualmente. Incluso conectar con la Anne que era de niña, para conseguir llegar a ser una "versión mejorada" de sí misma.
Lecciones que le ayudan en su día a día, y que, por ejemplo, también le han podido servir para afrontar situaciones como la ruptura con su exmarido, el director de orquesta Pablo Heras-Casado. Meses después de poner fin a su relación, la presentadora reflexionaba sobre su estado anímico frente a los medios: "Dejar ir también es querer… Y hacer las cosas fáciles para las personas. Tanto en las relaciones sentimentales, como en las demás", aseguraba.