"Decir que está en coma inducido una cosa un poco violenta, exagerada: es verdad que está en la UVI y sedado, pero para su tranquilidad y su comodidad, porque después de operarle dos veces los ganglios de la garganta, no podía respirar bien y se angustiaba, con lo que los médicos lo decidieron así", explica Vizcaíno.
Según nos ha contado su mánager, la inflamación notable se ha ido complicando hasta desembocar en dos operaciones. El lunes ya tuvieron que suspender una fotos, fue al hospital y el martes fue operado por primera vez. Al ver que la infección no remitía, "se procedió a un cultivo y a una segunda operación este miércoles".
Ha sido entonces cuando se ha considerado que, "hasta que la inflación generalizada baje", se le mantendrá sedado en la UVI, para su comodidad y un avance más satisfactorio del postoperatorio. "Le están dando un antibiótico específico, hay que esperar a que haga efecto", ha explicado Vizcaíno.
"No se teme por su vida, pero hay que esperar a que baje la inflación", ha insistido. "Está rodeado por toda su familia y todos sus amigos", ha dicho.
"Si le hubieran operado de una rodilla estaría en una habitación normal, pero al ser en la garganta y afectar a la respiración, todo se complica. Pero no hay que preocuparse, solo esperar a ver cómo va avanzando el antibiótico. Todo indica que comenzará a hacer efecto en breve. No hay que dramatizar", ha añadido.