Este fin de semana, Beatriz Luengo volvía a demostrarnos lo mucho que lo está petando fuera de España con su participación como estrella invitada en un conocido programa de imitaciones. Lo hacía en la edición estadounidense del formato, donde la madrileña fue recibida como la artista internacional que es. Desgraciadamente, por mucho que se cubriese la noticia de su actuación o se mencionase que acaba de ganar un Latin Grammy, los titulares de los medios digitales y las redes sociales consiguieron que toda la atención fuese dirigida a su barriga.
"Sospechosa", la definían algunos. "Está embarazada fijo", opinaban otros. Por no hablar de otros comentarios mucho más "agresivos" sobre su físico que ella misma se ha encargado de eliminar de su perfil. Días más tarde, con las aguas calmadas, la propia protagonista ha decidido dar su versión dándonos a todos una lección (más) de los peligros de pertenecer a esta industria: "Me gustaría exponerlo en mis redes con el fin de poner sobre la mesa algo tan naturalizado como el ataque físico que sufrimos especialmente las mujeres y la dureza con la que somos tratadas".
Todo se produjo el pasado domingo. Beatriz aparecía en pantalla para ponerse en la piel de Lady Gaga en una actuación que ha tildado de "compleja". La gestión del aire, cantar, bailar o imitar una voz que no es la tuya son algunos de los retos a los que Luengo se enfrentaba aquella noche. El problema vino la mañana después cuando, al meterse en sus redes, se topó con un juicio público contra su cuerpo.
"Me encuentro por un lado personas maravillosas que sugieren que estoy embarazada y me felicitan con todo su cariño. Por otro, este tipo de comentarios: 'Qué gorda', 'Qué horror de barriga', '¿No le da vergüenza ponerse ese body?' o 'No sé cómo se atreve a ponerse así". La compositora se quedó perpleja al ver la repercusión porque, por muy curtida que esté con los haters, nunca imaginó "que tuviese que pedir permiso por mostrar mi cuerpo, sea como sea y atraviese el momento que atraviese".
"¿En que mundo vivimos?", se ha preguntado. Ese camino hacia la "libertad de ser" que tanto ha costado alcanzar parece, en la opinión de Beatriz Luengo, inexistente. "Pensé que cada vez éramos más abiertos a romper con los cánones, yo no dejo de ver miles de personas consiguiendo sus metas sin pertenecer a lo establecido como 'correcto', pensé que todo lo que estábamos viviendo nos haría mejores". Pero parece que no, que esa frase que tanto hemos pronunciado durante la pandemia es irreal.
Para finiquitar, y con las cosas claras, la también actriz ha agradecido el apoyo recibido, que ha sido mucho. "Y sí, me puse un body; y sí, no tengo ningún problema; y sí, me gusta mi barriga", ha escrito como chimpún final. ¡Brava, Beatriz!