Desde hace unos meses el movimiento #FreeBritney se ha hecho viral en las redes sociales. En él, los seguidores de Britney Spears solicitan la libertad de la cantante, que llevaría tutelada por Jamie, su padre, desde que tuviera que ser hospitalizada en un centro psiquiátrico en 2008. Un juez le quitó la libertad de decidir sobre su vida –carrera, hijos y hasta su propio imperio- alegando que su estado le impedía hacerlo con claridad. Trece años después, la estrella del pop ha solicitado que su padre deje de ser su único tutor legal, dejando de tener así el poder de todos sus derechos.

El abogado de la artista, Samuel D. Ingham, ha presentado un informe –que ha sido publicado en varios medios de comunicación estadounidenses-, en el que manifiesta que la intérprete de ‘Baby one more time’ considera que su tutela “debe cambiarse sustancialmente para reflejar los cambios importantes en su estilo de vida actual y cumplir sus deseos”. Britney querría que su padre dejara de controlar todas las decisiones de su vida privada y pública y que sea Jodi Montgomery, su administradora, quien se convirtiera finalmente en su tutora permanente, al igual que ha hecho alrededor de un año.

Este mismo miércoles habrá una audiencia digital sobre dicho caso, que coincidirá con la manifestación programada en los juzgados de Los Ángeles que estará arropada bajo el conocido lema #FreeBritney. Jamie estallaba en una entrevista para ‘Page six’ y se mostraba bastante crítico con este movimiento que solicita la liberación de su propia hija. “Todos estos teóricos de la conspiración no saben nada. El mundo no tiene ni idea. Depende de la corte de California decidir qué es lo mejor para mi hija", declaraba, "no es asunto de nadie más”.

Asimismo, el padre de la cantante afirmaba que algunos de los líderes de estas protestas no siempre reclaman de manera pacífica. "Las personas están siendo acosadas y atacadas con amenazas de muerte", aseguraba a este portal de noticias. "Es horrible. No queremos ese tipo de fanáticos". Por último, intentaba acallar todos los rumores que señalaban que estaba aprovechándose de la situación de Britney para coger dinero para su propio beneficio. "Tengo que reportar cada centavo y cada centavo gastado a la corte cada año", se mostraba enfadado con los ataques. "¿Cómo diablos robaría algo?".

Quien también quiso manifestarse tras la polémica surgida en las redes sociales con la situación de su hermana es Bryan Spears, que reconocía a través del podcast ‘As Not Seen on TV’ que debía ser complicado estar en su piel. "Ella siempre ha querido salir de ese nivel de control. Tiene que ser muy frustrante para ella, yo lo entiendo. Independientemente de que se haga de buena fe y para ayudar, o de que sea más opresivo, tener a alguien que te está diciendo constantemente lo que tienes que hacer debe de ser muy frustrante", confesaba.