La cámara de los horrores: me operé para parecerme a mi ídolo
Repetimos aquí el mensaje de twitter original de una fan de Kim Kardashian, que no tiene desperdicio: "I'm getting head 2 toe plastic surgery nxt week 2 look like @kimkardashian so my husband won't leave me. He worships her". Traducido queda así: "La semana que viene me opero de pies a cabeza para ser igual a Kim Karsashian y conseguir que mi marido no me deje. Él la adora". No os molestéis, el perfil de @brisajohnson ya no existe. Tal vez la propia Brisa lo borró como borra las huellas de la arena. Tal vez su marido la dejó de puritita vergüenza ajena y Brisa se tiró por un puente. A saber.
Lo que es seguro es que no hay que echarle la culpa a él, que sí, seguramente será un gañán del Kentucky profundo que repetía quince veces al día lo buena que está Kim Kardashian y minaba el amor propio de su esposa. Aquí la única culpable es la tal Brisa, que se ha limitado a llevar al límite un patrón de comportamiento que ya debe de tener nombre en las guías de cirugía: llegar a una consulta y pedir el perfil exacto de una celebridad.
Kardashian, una de las muchas celebridades que vive pegada al Twitter, ya se ha manifestado por ese mismo medio y dirigiéndosa a la propia @brisajohnson: "Por favor, no lo hagas. Tu marido debería amarte tal como eres. No intentes ser otra persona. Estoy segura de que eres bella por dentro y por fuera tal y como eres. No te cambies por nadie excepto por ti misma. ¡Sé feliz siendo tú! Alguien te apreciará y adorará siendo tal como eres". La respuesta de Kim ha sido bien bonita, aunque desde luego la redacción no es el fuerte de la muchacha.
Para los despistados: Kim Kardashian es famosa por ser de familia rica, amiga de Paris Hilton, carne de reality show y protagonista de una de las cintas porno caseras más famosas de la historia (con su ex novio Ray J, hermano de la cantante y posible asesina Brandy). En España apareció en los medios tras haber sido vista besuqueándose con Cristiano Ronaldo en Madrid. El hecho de haberse convertido en un sex symbol y una celebridad en Internet ha hecho que ahora sea también una referencia habitual en las consultas de los cirujanos.
Según una encuesta publicada en 2006 y analizada por el New York Times, nueve de cada diez pacientes que acuden a un cirujano en Estados Unidos para pedir cambios en su aspecto lo hacen con referencias directas a una celebridad. Los labios de Jessica Alba o Angelina Jolie, el culo de Antonio Banderas, el pecho de Penélope Cruz y el mentón del ya fallecido Heath Ledger estaban entre las peticiones más cotizadas. Pero algunos casos, como el que en breve puede protagonizar la pobre Brisa Johnson, son de carácter patológico. No quieren su nariz o su culo, no. Lo quieren TODO.
Navi, un tarado originario de Sri Lanka, se ha sometido durante los últimos 20 años a un número incontable de operaciones para ser igual que su ídolo, Michael Jackson. Esto le ha llevado a vivir gracias a sus shows, en los que imita al rey del pop. Tiene su propia página web, en la que podemos comprobar que el aspecto de Navi no difiere mucho del de cualquier travesti de un cabaret de los suburbios, sólo que lleva calcetines blancos y el pelo sucio. El caso de Navi es probablemente el más llamativo porque ha pasado por múltiples operaciones para parecerse a una de las víctimas de la cirugía más famosas de la historia. Es como si un arquitecto quisiese levantar dos bonitos rascacielos inspirándose en la zona zero de Nueva York. En realidad sería más exacto decir que Navi-a nunca ha querido parecerse al cantante Michael Joseph Jackson, sino a la actriz Elizabeth Taylor, que según la rumorología siempre fue el referente estético de Jackson.
Laura Steel también se dedica a esto profesionalmente, pero imitando a Cher. "Jurarás que es Cher la que canta", promete en su web, estupendamente diseñada y donde suena de fondo una encantadora versión midi de 'Believe' que podría pasar por un tono para el móvil del año 2002. Según dice, su parecido con la cantante es una realidad desde que era joven, pero eso no ha sido suficiente: en los últimos años se ha operado los labios, acortado la nariz y levantado las cejas. "Si Cher no puede estar, allí estaré yo", declaró en su día a BBC. "Doy a mucha gente una especie de placer de sustitución".
Mike y Matt Schlepp eran dos gemelos narigudos, con aparato dental y un cutis similar a la orografía de Hiroshima que acudieron al reality de MTV 'I want a famous face'. Querían ser iguales que Brad Pitt. El resultado, tras sendas rinoplastias, carillas de porcelana, implantes de barbilla y peinados que deberían ser ilegales, fue más bien una pinta que estaba entre Guti y Liberace. En este mismo reality, duramente criticado por la prensa, acudían otros jóvenes que deseaban ser iguales que Jennifer Lopez, Ricky Martin, Victoria Beckham o Britney Spears. Sólo se emitió durante una temporada.
Una agente de seguros de Austin llamada Kelly Chandler podría hacerse amiga de nuestra heroína del día, Brisa Johnson, y darle consejos para su conversión en imitadora de famosas. En 2005, con 27 años, se sometió a cirugía estética para parecerse a Jennifer Aniston y así dar celos a su ex marido. Los dos hijos de ambos, bastante jóvenes, habrán aprendido con este movimiento muchísimos valores gracias a su madre, especialmente los de autoaceptación, templanza y amor propio.
También en Austin, Texas, vive Rachelle Stan. ¿Pondrán algo raro allí en el agua? Un simple vistazo a su perfil de Facebook puede dar una pista de la actriz con la que soñaba desde pequeña. Sí, es Demi Moore. Rachelle compartió doctor con su compatriota Kelly para hacer realidad su sueño de parecer una estrella de Hollywood, aunque sus resultados, por lo que se puede ver en su foto de perfil de la famosa red social, fue bastante más vistoso. En esta otra foto, junto a su novio y un sombrero mexicano, se la ve bastante guapa. Comparada con los demás chalados que hemos tratado hasta ahora, Rachelle parece una persona bastante normal que tiene la suerte de tener cierto parecido con Demi Moore más que alguien que se haya operado hasta las pestañas para conseguirlo.
Pero tal vez el caso más llamativo y conocido del mundo en cuanto a iluminadas por la cirugía es el de la inglesa Sarah Burge, la mujer que se operó más de cien veces para parecerse al definitivo ideal utópico de toda gañana: la Barbie. La conocida como "barbie humana" ostenta el récord mundial de operaciones en una sola persona y en marzo de este año volvió a ser noticia porque ella misma inyectó colágeno en el rostro de su hija de 16 años, mostrando además el proceso con orgullo ante las cámaras del Daily Mail. Ahora ya hay dos récords en casa de las Burge: la mujer más operada del mundo y la paciente más joven en recibir bótox. Su hija, Hannah, ya se había sometido a este proceso antes de que lo hiciera su propia madre. Fue el año pasado y además en una clínica española.
Hemos buscado en el Facebook: ¿es esta nuestra heroína del día, Brisa Johnson? Sólo hay otra Brisa Johnson en dicha red social y se confiesa católica, apostólica y romana. Dudamos mucho que Kim Kardashian sea modelo de comportamiento para ninguna muchacha que va a misa todos los domingos, aunque un novio impertinente y demasiada horas viendo telerrealidad podrían enviar a la consulta de un cirujano incluso a un testigo de Jehová.