Las princesas, por muy princesas que sean, también usan pequeños trucos para potenciar su belleza natural. Incluso la joven y guapa Catalina. La princesa de Gales ha sorprendido luciendo unas extensiones en su cabello en su primer acto en solitario como Duquesa de Cambridge. Los objetivos de las cámaras han evidenciado que parte de su admirada melena es de quita y pon.
Aunque de lejos resulta inapreciable, analizando a Catalina de cerca podemos ver una marca entre el cuero cabelludo y su pelo auténtico. Para aumentar el volumen de su cabellera, Middleton escogió unas extensiones de 'clip', que se quitan sin problema al llegar de nuevo a casa.
Sea como fuere, a pesar de ser una recién llegada, Catalina brilló y encandiló en su primer acto en solitario, que además no estaba previsto. El evento, una cena de caridad, estaba convocada por el príncipe Carlos pero debido a que el heredero tuvo que viajar de urgencia a Arabia Saudí fue sustituído por su nuera en el último momento. El príncipe Guillermo tampoco se encontraba en Londres porque estaba de maniobras con el ejército británico.
La princesa Catalina no es la única figura de la realeza europea que potencia su belleza de forma artificial. En España los 'brackets' invisibles de doña Letizia causaron sensación. También su supuesta cirugía de nariz y mentón llenaron páginas en las revistas y generaron más de una tertulia entre analistas monárquicos.
Rania de Jordania y Estefanía de Mónaco sí que pasaron por quirófano de forma innegable. La primera transformó su perfil con una más que evidente rinoplastia. La princesa díscola de Mónaco, que además luce varios tatuajes, aumentó visiblemente su talla de pecho implantándose prótesis de silicona. El busto de su cuñada, Charlene Wittstock, también está en el punto de mira.
La difunta suegra de Catalina, la recordada Diana de Gales, tampoco dejaba de lado la estética. Lady Di, que originalmente tenía el pelo de color castaño, nunca dejó de lado las mechas rubias que hicieron de su pelo -corto y desenfadado- un icono más del glamour que la rodeó hasta el último momento.