El pasado 10 de febrero tuvo lugar una nueva edición de los premios Goya. Las declaraciones, como ya es habitual tanto en la alfombra roja como en la gala, siguen dando de qué hablar días después de su celebración. Ahora, ha sido Elena Furiase la que ha querido reflexionar acerca de la noche más importante para el cine español.

Elena, que acudió a los Goya, ha querido compartir ahora una reflexión con sus seguidores. A través de sus redes sociales, ha compartido una fotografía en la que aparece deslumbrante con el conjunto elegido para la gran noche aunque su rostro luce serio y además, mantiene las manos entrelazadas. Un gesto que, tal y como ha escrito, “esas manos entrelazadas como si estuviesen operando a algún ser querido muestran una clara preocupación”.

Posteriormente, ha continuado explicando el motivo por el que los medios allí presentes le cazaron posando así: "La alfombra no es solo un lugar para pasearse y mostrar lo 'guap@s o no' que vamos… es mucho más", ha expresado. Es enfrentarse a preguntas, a veces indiscretas, otras personales, o como contestar a “cuál es tu siguiente proyecto” si ahora mismo no tienes ninguno. O defender injusticias sociales, los abusos…darle voz a masacres contra la humanidad, o a asesinatos injustos de gente que solo hacía su trabajo, o a manifestaciones que luchan por un bien general…”.

De esta manera, la hija de Lolita ha confesado su incomodidad en un evento de tal magnitud que le hace ser consciente de las apreciaciones que puede recibir por cualquiera de sus gestos: “Y exponerte a la crítica… “va fatal vestida, o no hablaste de… o tú que no trabajas, o… tú que eres una “roja de mierda” o un “facha de mierda”…(que son palabras que deberíamos dejar de utilizar, más que nada porque aquella época ya pasó…pero en fin, ese es otro melón) infinidad de negatividad de gente que ni siquiera te conoce personalmente”.

Sin embargo, ha querido hacer una mención especial a los que, de forma contraria a lo expuesto anteriormente, actúan desde la bondad: “Menos mal que también hay crítica buena, gente que te aplaude porque dijiste una bonita frase, o fuiste coherente en una respuesta.

La actriz, que debutó en la pequeña pantalla en el año 2006 con la serie ‘El Internado’, se ha encontrado en el foco mediático desde entonces por la fama conseguida tanto con su primero como con el resto de proyectos profesionales que ha llegado a desarrollar, así como por pertenecer a una de las familias más reconocidas de nuestro país.

Es por ello que conoce las consecuencias de su trabajo, del que dice que, aunque no es capaz de acostumbrarse, las críticas son “algo ligado a ello y está bien que así sea… pero no es fácil, nunca es fácil. La realidad es que los insultos dañan, y las alfombras imponen, y que somos humanos, más de lo que puede parecer…”.