Cuando Bertín se enteró de por qué Claudia había tocado fondo se pasó toda la noche sin dormir. Y no fue consciente por su boca ni por la de su entorno. Lo descubrió al leer (y releer) 'Lo mejor de ti', su primer y único libro. En él, la última hija del presentador con Sandra Domecq narraba 28 años de turbulencias en los que atravesó dos depresiones, un trastorno de alimentación y el duelo por su madre, a la que perdió en plena adolescencia. También la ausencia de un padre al que prácticamente conoció cuando ya tenía siete años. De ahí que se viese obligado a pedirla perdón. Pero eso ya es cosa del pasado.
Estas herramientas vitales le sirvieron para construir a la Claudia Osborne de hoy. Antes de estudiarse, de trabajar su autoestima y de utilizar todo este aprendizaje para labrarse una carrera como coach, una fuerte "sensación de abandono" derivó en una bulimia que pensó que podría gestionar sola. "Buscaba una salida y no la encontraba, estaba enjaulada". Los años pasaban, aparentemente todo estaba en orden, pero ella sabía que algo no iba bien.
Cada vez que su entorno intentaba echar una mano, "entraba en cólera". A los veintidós se vio metida en una depresión por culpa de una relación tóxica. Y a los veintiocho la historia se volvió a repetir tras una ruptura. A raíz de aquello, su cabeza hizo clic y le tocó afrontar un melón que llevaba casi treinta años sin abrir.
"Lo recuerdo como estar enjaulada, estar buscando la salida y nunca encontrarla. Fue una época muy difícil, de una lucha interna increíble, y cuando toqué fondo fue cuando pedí ayuda. Hasta entonces estuve intentando salir yo sola, pero muchas veces es imposible. En estas situaciones necesitas una persona que desde fuera sepa darte las herramientas para que salgas tú. Y eso solo puede hacerlo un profesional", nos contó en una entrevista para esta web con motivo de la publicación de su libro.
Ahora, hablar de su pasado es casi terapéutico. Y también es una forma de continuar el camino por el que las guio su madre Sandra Domecq, a la que tanto ella como sus hermanas Eugenia y Alejandra siempre recuerdan repitiendo la frase "tenéis que querer a vuestro padre". Esta falta de rencor, el perdonar a Bertín a pesar de que se separaron cuando ella estaba embarazada de Claudia y que decidiese alejarse de esa familia que habían creado yéndose catorce años a vivir a Miami, siempre ha estado presente en la vida de las Osborne.
"Yo creo que mi madre estaría muy orgullosa de mí. Me diría que adelante y que siga siendo fiel a mi instinto, que siga transmitiendo ese mensaje", nos manifestó en esa charla exclusiva. "Tenía el mismo conflicto que nosotras. Era el peor marido y el peor padre", contó después, en el programa 'Mi casa es la tuya'. Un perdonar para sanar que la Claudia que está a punto de estrenarse como mamá ha tomado como leit motiv vital.