A mediados de este julio, el año de su retirada política tras un par de escándalos consecutivos, Cifuentes tiene 52.4 k de seguidores en Instagram y 303 mil en Twitter. Eso sí, como las buenas influencers, se mira muy bien a quién sigue: solo a 196 personas y 362, respectivamente. La madrileña, "orgullosa de ser española" tal y como se describe en sus perfiles, lleva varias semanas desarrollando todo su potencial expresivo.
Y lo hace de corazón a corazón y, sobre todo, en lenguaje jovenzuelo. Cifuentes ha tomado nota de todos los temas y tics millennials y los está desplegando con energía y desparpajo. Al lío sin complejos. No deja un asunto al que no haya puesto su particular check:
Gatetes, el 'must instagramer' por excelencia
Cleo y Julio. Así se llaman sus dos felinos queridos. Entre dos se dividen los mejores territorios territorios del hogar, quitando el sofa incluso al marido de Cifuentes, el arquitecto Francisco Javier Aguilar Viyuela, poco dado a las apariciones públicas. No podían faltar. Y no faltan. Tampoco los gifs.
Orquídea, orquídea, que es lo que les j***
Fue sin duda una de sus 'stories' más comentadas, casi la inaugural de la nueva etapa. Y no sorprendió el contenido floral, también muy del medio, sino por su timing: mientras media España pedía su dimisión por un máster que aún nadie ha sabido demostrar que existió, ella daba la bienvenida a la primavera con una esbelta orquídea.
Sus hijos, sus dos amores
A Cristina (1990, estudió Derecho y ADE) y Javier (también estudio Derecho y ADE, pero más centrado en el comunitario) recurrió Cifuentes nada más dimitir. Tras su última semana horribilis, cogió la maleta y se fue a visitarlos al extranjero, donde viven en la actualidad. No faltaron entonces los mensajes de amor eterno a los suyos, otro must.
Guía en tus lecturas de verano
Tanto se está metiendo Cristina en el papel millennial, que desde hace unos domingos ha puesto en marcha algo así como un club de lectura, en el que, dice, irá recomendando novelas, tal y como le "han pedido muchas veces que haga". Ha empezado por una saga negra. Sueca. Intrigas e investigaciones. Esas cosas de leer en la toalla junto al chiringuito.
Fotos de comida cuki: no podían faltar
Todo el mundo lo sabe. Si te vas a tomar en serio esto, tendrás que subir, más temprano que tarde, alguna foto de comida. Pero no vale cualquiera. Tendrá que ser colorida y colocada, que entre por los ojos. Cool. Cifuentes está siguiendo el manual de la A a la Z: empezó por el sushi, siguió por el postre de chocolate y ha añadido unas hermosas picotas hace nada. También una paella y un arroz negro. Claro que, como ha dicho muchas veces, a ella lo de cocinar no le va mucho y su plato favorito son los huevos con jamón.
Bien de hashtag y tirón de actualidad
¿Cómo hace toda influencer para subir el número de seguidores? Por ejemplo pegándose a la actualidad y aprovechando el poder del #hashtag. Ya usó uno para unos regalices rojos y el #findelaoperacionbikini, y no podemos no mencionar, sobre todo después de muchos otros memes, la foto que subió con Nadal el día que el mallorquín ganó el Roland Garros.
Filtros animados
Amigas, corazones. Amigos, corazones. Vida, corazones. Cifuentes añade dinamismo a las escenas de fraternidad con uno de los filtros más utilizados, con perdón de las orejas de perro.
Fotos de pies
No hay instagramer sin foto de pies. Eso es así. Claro que alguien debería darle el chivatazo de que es algo viejuno ya. Vamos, muy de 2017.