Se la ha podido ver en la primera fila de Versace, pero viendo a Donatella quizá esta no sea la clase que necesita el Principado.
Por suerte, también ha acudido al desfile de Giambattista Valli, un estilo mucho más acertado, principesco, elegante y distinguido, con el que podría llenar todo su armario.
Desde modelos sobrios para actos oficiales en los que destacar no debe ser su objetivo, al menos de manera descarada:
Pasando por los florales y primaverales vestidos de cocktail para eventos de tarde-noche en los que, de ser la anfitriona, debería ser la mejor vestida y la más bella:
Hasta los magníficos vestidos para la alfombra roja e incluso para la anual gala de la Cruz Roja con los que puede hacer una larga sombra a su alrededor, cuñadas incluidas.
Pues sí Charlenne, apostando por Valli esta temporada no existe ningún riesgo, es un acierto seguro.