Si no te suena de nada el nombre de Bucklebury, empieza a empollártelo porque te vas a cansar de oírlo. Desde que Kate Middleton anunció su compromiso con Guillermo, convirtiéndose con ello en la futura reina de Inglaterra, esta localidad de 3.000 habitantes del sur de la isla se ha hecho famosa en el mundo entero, al más puro estilo estilo de la torre de pisos de Valdebernardo donde Letizia Ortiz se compró su piso de divorciada (perdón, de soltera). Recuerda las coordenadas de moda: 51.43 grados de longitud y 1.2 de latitud.
1. Dos casas 'reales': Catherine, como se empeñan en llamarla algunos de los oriundos que la han visto crecer, nació sin embargo en Reading, el 9 de enero de 1982 concretamente, y vivió sus primeros años en una casa mucho más humilde junto a su hermana menor Pippa y su hermano pequeño James. Todo muy rural hasta que sus padres, dos empleados de British Airways con inquietudes, montaron la empresa familiar 'Party Pieces', dedicada a los artículos para fiestas infantiles (tienen la modalidad ‘princess party’ en su web). Los cumpleaños de los chavales dieron para una pequeña fortuna, con la que compraron el chalette de cinco habitaciones de Bucklebury donde Kate vivió su pubertad.
2. Todos invitados: El carnicero (su tienda se llama ‘Bradebone’), los dueños del 'Spar' (un supermercado de la famosa cadena que está en el centro) y varios vecinos colindantes a las tierras de los Middleton han recibido su correspondiente invitación de boda. Buena estrategia de marketing para la primera plebeya inglesa en tres siglos y medio que emparenta con un futuro herededo. Según explican los periodistas que se han acercado al pueblo para indagar sobre la bucólica vida de Kate pre-reina, con este sencillo y popular gesto se ha ganado su respetuoso silencio y venga comparaciones elogiosas con Lady D. Sólo se inquietan ante la elección del traje de gala para el próximo 29 de abril. Nunca se sabe junto a qué Primer Ministro te tocará sentarte en Westminster.
3. Gincana turística: Existe una ruta de la empresa Mortons Travel (hace unos meses costaba apenas 10 libras, pero desde principios de año ha subido a 35) que lleva a los turistas por los hitos emblemáticos del crecimiento de Kate. Por ejemplo su cole de primaria, el Bradfield Primary School; su cambio a un exclusivo colegio privado, el St Andrew's School del 89 al 95; su instituto, el Marlborough College; o la St Andrews Church, en Bradfield, donde fue bautizada. Tienen reservas de Japón y de Estados Unidos. Aquí puedes hacer la tuya.
4. Como caído del cielo: Ya en plan geopolítico, Bucklebury sufrió en 2007 una de las peores inundaciones de su historia. También caído del cielo llegó una buena mañana del año siguiente un chico rubio que se parecía a Guillermo. Conduciendo un helicóptero Chinook, y no es broma, el Príncipe aterrizó en el jardín de los Middleton ante la mirada atenta de la familia... y de todo el pueblo. El Ministerio de Defensa corrió a asegurar que se trataba de un viaje ampliamente autorizado como parte del entrenamiento del herededor en las fuerzas especiales del ejército. La Real Aviación Británica, sin embargo, lo desconocía.
5. Hazte un 'break': El cantinero del pub de Reding llamado The Old Boot Inn, además de tener también su correspondiente invitación, es conocido en todo el país. Allí tomaron pintas Kate y Guillermo cuando aún escondían su amor y por allí pasaron en una reciente visita del futuro monarca a la zona. Está en la carretera de Bushnells Green, por si te apetece, y son expertos en vino, cervezas y, cómo no, ‘fish and chips’.