El 23 de abril se celebra una de las jornadas más importantes y enriquecedoras del año: el Día Internacional del Libro. Su objetivo es fomentar la lectura, la industria editorial y la protección de la propiedad intelectual. En algunas partes de nuestro país, como en Cataluña, Sant Jordi se ha convertido en un día muy especial, donde se regalan libros y rosas rojas.
Este día fue establecido en París en 1995, donde decidieron rendir un homenaje universal a los libros y sus autores y a animar a los más jóvenes a descubrir el placer de la lectura. Porque los libros tienen la capacidad de teletransportarte a otro espacio, lugar y de vivir una nueva historia con cada personaje.
La lectura es uno de los mayores placeres que existe en este mundo. Probablemente ahora no tengas la oportunidad de ir a una librería y regalar a tu ser querido un libro especial, pero sí podrás sorprenderle con algo mucho más especial y hecho con tus propias manos: un marcapáginas o punto de libro. Se trata de una manualidad fácil y apta para toda la familia. Además, será una buena idea para animar a los más pequeños a que comiencen un libro y hagan uso de este marcapáginas tan especial.
El primer marcapáginas que haremos tendrá forma de corazón. Para ello, necesitaremos goma EVA, papel decorativo, barra de pegamento y unas tijeras. Lo primero que tendrás que hacer será dibujar dos corazones -o lo que tu prefieras- en la goma EVA, uno del doble de tamaño que el otro. Luego, recórtalos. Utiliza el corazón más pequeño para hacer una plantilla y recorta otro del mismo tamaño en papel pintado y pégalo encima. Sitúa en la parte superior del corazón más pequeño sobre el más grande, presiona con un objeto y déjalo secar. ¡Ya está!
Para este tipo de marcapáginas necesitaremos una cartulina gruesa con forma de rectángulo alargado; animales, muñecos de plástico de tus hijos o incluso un imán de nevera; un cúter y pegamento fuerte. Lo primero será utilizar los muñecos elegidos para cortar las piernas o las patas.
Con un cúter, haz una hendidura abriendo las piernas o las patas por la mitad, al menos dos centímetros. Luego, decora la cartulina con lo que más te guste: puede ser de colores, dibujos o frases. Además, podrás plastificarla para que dure más tiempo. Lo siguiente será poner pegamento fuerte en la ranura hecha en la figura de plástico y colocarlo sobre en la cartulina. Presiona para que se pegue bien.
Otra opción, también muy fácil, será la de utilizar hojas o plantas. Para ello, necesitaremos una cartulina de forma rectangular y alargada, una rama, hoja o flor -a poder ser, seca- que quepa en la cartulina, un cúter, papel para plastificar y una cuerda pequeña. Lo primero que habrá que hacer será poner la flor sobre la cartulina, una vez ahí dispuesta, forraremos el rectángulo. Con el cúter haremos una pequeña hendidura en la parte superior del marcapáginas e insertaremos la cuerda corta y haremos un nudo. ¡Y et voilà!
Estos marcapáginas llevarán un poco más de trabajo para toda la familia. Para confeccionarlos necesitaremos dos trozos de cinta del mismo color, goma elástica, adornos de fieltro, botón, hilo y aguja. Lo primero será colocar sobre uno de tus libros una cinta de color y cortarla sin que los extremos lleguen a tocarse. En uno de esos extremos cose un botón. En el otro, una goma elástica. Cubre esta parte con un adorno de fieltro que servirá como decoración y evitará que se vean las puntadas. Pon la goma alrededor del botón y así quedará sujeto al libro.
Hacer esto en familia ayudará a que tus hijos se involucren más con la lectura. Porque la lectura, tanto para mayores como pequeños, aporta grandes beneficios. Al leer todos los días, el cerebro se estimula y se reduce el estrés. La lectura consiste en una constante asociación de sonidos y significados que contribuye a ejercitar la mente.
El cerebro es un músculo más del cuerpo y, como tal, necesita trabajar para mantenerse fuerte y saludable. Una actividad similar a la lectura con la que también podrás ejercitar tu mente es el ajedrez o armar rompecabezas. También, la lectura es una forma de sumergirse en un mundo paralelo, es una pausa en nuestro día que nos permite olvidarnos de nuestros problemas personales y laborales. Además, es recomendable hacerlo antes de dormir, ya que, así, alejarás tus problemas.
La lectura te proporcionará conocimiento, ya que todo lo que lees queda en tu conciencia y sale a la luz cuando más lo necesitas. Es bueno contar con información de todo tipo, ya que muchas cosas de las que aprendamos, las aplicaremos casi a diario. Y más, te ayudará a ampliar tu vocabulario, así como a conocer nuevas expresiones y palabras.
Esto hará que puedas mejorar la forma en la que te comunicas con otras personas. Además, podrás mejorar tu ortografía y las técnicas de escritura. Otro de los beneficios de leer es que, al estar en contacto permanente con esta rama de las humanidades, tu cerebro se acostumbrará a esta forma de pensar y a asociar sonidos con símbolos.
También, la lectura contribuirá a mejorar tu pensamiento analítico. Muchas veces, cuando te encuentres acabando un libro, es posible que te hayas imaginado el final. Eso se debe al poder asociativo de la mente, que ordena y facilita los datos obtenidos.
Gracias a la lectura podrás mejorar la atención y la concentración, que es muy difícil de conseguir. Pasar largas horas en silencio también te ayudará a relajarte, sin pensar en tu vida personal. Además, se trata de un entretenimiento considerablemente barato, ya que puedes hacer uso de libros prestados en bibliotecas o por algún amigo.