Hacer el papelón de tu vida y llevarte un Goya. Estar años componiendo ese disco que siempre quisiste publicar e irte a casa con un Grammy bajo el brazo. A veces, cuando un famoso tiene fama y dinero, ansía también el prestigio. Que su trabajo se reconozca a golpe de estatuilla o galardón. Y una vez que lo consigue tiene, por lo menos, dos opciones. O dar las gracias a su padre, a su madre, a su abuela que le escucha desde el cielo y al director de la película de turno, o aprovechar esos tres minutos de atención para cambiar vidas.

Puede que parezca frívolo, pero grandes debates de nuestra historia reciente se han abierto gracias a que alguien decidió utilizar el altavoz que le da un discurso de agradecimiento para dar visibilidad a una realidad. ¿Cuántos niñxs habrán pensado que no están solos tras ver cómo sus ídolos les tendían la mano? "Siempre que estamos aquí arriba tenemos la oportunidad de decir algo que por lo menos sea importante para nosotros", dijeron los Javis antes de hacer historia al recibir su Premio Feroz. Y con ellos empezamos esta lista de reivindicaciones vip.

Javier Calvo ya fue un icono LGTB+ gracias a Fer. Y en su reconversión a director y creador junto a Javi Ambrossi, su intención siempre estuvo clara: "Escribir historias para que esa persona que tiene miedo, se siente perdido y cree que no le van a querer, sepa que sí, que va a encontrar su sitio y que va a cumplir su sueño". Sentirse inspirado y encontrar referentes en el audiovisual, ese gran problema para muchos niños que vieron cómo su identidad se veía invisibilizada y que decidieron poner sobre la mesa en aquella gala en la que 'La Llamada' se llevó el premio a Mejor comedia o musical.

Con el afán de ayudar a facilitar la vida a los demás pronunció la actriz canadiense Ellen Page uno de los discursos más emotivos y reivindicativos que se recuerdan en Hollywood. Fue en 2014 en Las Vegas, con motivo de una conferencia sobre los derechos LGTB+ organizada por la Human Rights Campaign Foundation. La actriz de ‘Juno’ y la saga ‘X-Men’ verbalizaba en público que es lesbiana, y, con la voz y el gesto nerviosos, reconoció que no era fácil salir del armario en la industria de cine estadounidense. "Estoy cansada de esconderme y de mentir por omisión", declaró entonces entre aplausos.

Fue una de las protagonistas de la carrera por el Oscar del año 2018. Su papel en 'Una mujer fantástica', cinta que se llevó el premio a Mejor película de habla no inglesa, colocó el nombre de Daniela Vega en el mapa. Y a su vuelta a Chile, su tierra, decidió reivindicar una de las grandes luchas de las personas trans. "Este país al que regreso, en mi carnet hay un nombre que no es mi nombre. Y eso sucede porque el país donde yo nací no me da esa posibilidad. El tiempo pasa y el reloj corre, la gente se cansa. Aparece una película que no pretende ser el faro sino preguntarse dónde está lo que estamos buscando. Y eso es, al menos para mí, haber hecho esto", planteó.

Febrero de 2016. Sam Smith se lleva un Oscar por encargarse de la banda sonora de la última de '007'. Sube al escenario emocionado y, tras leer un artículo del actor Ian McKellen, planteó este como el primer reconocimiento de la Academia de Cine a un hombre abiertamente gay. Se lo dedicó a la comunidad, pero un error empañó este acto de visibilidad. El guionista Dustin Lance Black ya lo hizo dos años antes, cuando le dedicó unas palabras a ese yo de la infancia que pensaba que nunca amaría con libertad.

Otra guionista que se acordó del colectivo, esta vez tras ganar un Emmy por su labor en la serie 'Master of None', fue Lena Waithe. Enumeró a todas y cada una de las personas que se sienten identificadas con esas siglas. Las lesbianas, los gays, los bisexuales, las personas transgénero, Queer, intersexuales, asexuales y todos los que forman este universo de diversidad. "Aquello que nos hace diferentes es nuestro superpoder. Cada día, cuando salís por la puerta, os ponéis vuestra capa imaginaria y salís a conquistar el mundo porque no sería igual de bonito sin nosotros", les dedicó.

La actriz australiana Ruby Rose, conocida por sus papeles en ‘Orange Is The New Black’ y ‘Catwoman’ es otro de los nombres de la industria cinematográfica que están irremediablemente asociados a los discursos icónicos. El suyo tuvo lugar al recibir el premio GQ a la Mujer del año en 2015. Rose reconocía entonces que la vida le había enseñado a ser fiel a sí misma. “No todos en el mundo tiene la oportunidad de serlo”, reconocía, agradeciendo el galardón a su madre, a su representante y a su prometida, Phoebe Dahl.