El próximo balón de Oro será azulgrana, es la única certeza que tenemos y una de las pocas cosas que tienen en común los tres finalistas al galardón. Eso, que los tres son personajes bastantes discretos y que ninguno supera el 1,70 m. Ya sabíamos que este año la elección iba a estar difícil teniendo en cuenta que entre los 23 candidatos, 7 eran españoles. Al final, sólo Xavi e Iniesta optarán al premio - se quedaron fuera Iker Casillas, Xabi Alonso, Cesc Fábregas, Puyol y Villa - y competirán con otro de sus compañeros en Can Barça: Messi. El Balón de Oro de este año se lo disputan un argentino, un catalán y un albaceteño. Los tres son unos genios en el campo pero también tienen muchas cualidades fuera de él. ¿Tú con cuál te quedas?

Los diarios deportivos suelen añadir a su nombre expresiones como “la batuta del equipo” o “el cerebro del conjunto”. Y es cierto. El papel de Xavi es fundamental, futbolísticamente hablando, aunque sea menos vistoso que los paradones de Casillas o que los goles de Villa; por eso su nombre es el que más suena para recoger el Balón de Oro el próximo 10 de enero. Pero, además de ser “el corazón de la Roja” y “la pieza clave del equipo de Guardiola”, Xavi es muchas otras cosas. 30 años, nacido en Tarrasa (Barcelona). Su vida es el Barça – y no lo decimos nosotros, sino él mismo – en cuya cantera empezó a los 11 años. Pero además del club de sus amores – en el que ha jugado más de 500 partidos oficiales - su vida también la comparte con Elsa Egea. Poco sabemos de esta pareja, a la que es difícil incluso cazar en una instantánea en público. Dice de sí mismo que es un tipo muy familiar y que se ve casado y con hijos. Lo del fútbol también le viene por ese lado: su padre era jugador del Sabadell.

Aunque no se pasa todo el día en la tele, también ha hecho sus pinitos en esto de la publicidad: hace ya 8 años que anunciaba natillas con Iker y ahora se dedica a cosas con más glamour como echar una peculiar partida de bolos con otro de los aspirantes al Balón de Oro.

Eso de ser el mejor jugador del mundo es algo a lo que Messi ya está acostumbrado, a pesar de que su juventud pueda ser insultante para algunos. Sólo 23 años y ya tiene un Balón de Oro en su casa – el del año pasado – además de quedar segundo en 2008 y tercero en 2007. En Argentina está considerado todo un dios y no hay quien no se deshaga en halagos sobre su juego.

Lleva en Barcelona desde 2004 y ahora vive allí con su novia, Antonella Rocuzzo, una morenaza guapísima que nació en Rosario (Argentina), igual que el jugador culé. La pareja lleva junta casi tres años y periódicamente aparecen fotos suyas en las revistas paseando por Barcelona, yendo al cine o de vacaciones: lo que viene a ser un romance normal, pero con el mejor futbolista del mundo. De momento, nada de boda ni de niños.

¿Cómo es posible que toda España conozca Fuentealbilla, un pueblito de Albacete con poco más de 2.000 habitantes? Pues porque tiene uno de los mejores embajadores que podían imaginar: Andrés Iniesta. El jugador barcelonista es el tercer candidato al Balón de Oro, artífice del gol que nos dio la victoria en la final del Mundial y artífice del aumento de la natalidad en España.

Nos jugamos unas cañas a que no encontramos diez personas a las que les caiga mal Iniesta. Con sus 26 años y esa cara de niño –y esa incapacidad para ponerse moreno que hace que casi resplandezca sobre el terreno de juego – el albaceteño tiene ese aire de ‘tipo de andar por casa’ que tantas simpatías despierta. Casi casi lo único que podemos reprocharle es su criterio a la hora de elegir bañador. Víctima de su segundo ‘Iniestazo’, el futbolista y Anna, su novia tendrán el mejor premio esta primavera cuando nazca si primer bebé.

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