Oledada de rupturas en el mundo del famoseo internacional.
Si el lunes anunciábamos que Elizabeth Hurley abandonaba a su marido después de una infidelidad aireada por los tabloides y el martes se finiquitaba el amor de instituto entre Zac Efron y Vanesa Hudgens otra pareja mediática acaba de anunciar su separación: Scarlett Johansson y Ryan Reynolds.
Esta ruptura, lejos de provocar pena y tristeza entre la opinión pública por el fin de una historia de amor, ha generado alegría. Así lo recoge el 'New York Daily' News en su edición digital. En un sondeo realizado entre diferentes personalidades de la sociedad de la Gran Manzana, donde los dos miembros de la pareja son miembros activos, la sensación generalizada es de felicidad.
La famosa fotógrafa de moda Anna Ochoa, una de las más trendies de la ciudad de los rascacielos, ha declarado sin tapujos que está libre y pide desde las páginas del periódico: “Ryan, llámame”. Por otra parte, Chelsea Blakerun, bailarina de la escuela de Alvin Ailey –donde Madonna recibió clases a principios de los 80- asegura que esta ruptura “es una esperanza para nosotras, aspirantes a novias”.
Esta sensación va más allá de las calles de la Gran Manzana. Los comentarios en la web de cotilleos TMZ son de alegría más que de tristeza. Y es que esta ruptura supone una bocanada de aire fresco al mundo de las fantasías de los admiradores de esta ex pareja de guapos.
El anuncio de este divorcio entre dos de las bellezas lo ha anunciado la revista 'People'. La pareja publicó la noche del martes un comunicado de prensa donde la pareja ha hecho pública su decisión: "Después de una larga y cuidadosa reflexión por ambas partes, hemos decidido poner fin a nuestro matrimonio".
"Comenzamos nuestra relación con amor y es con amor y bondad como la dejamos. Aunque no esperamos privacidad, ciertamente la apreciamos", apuntan en el comunicado.
Johansson, de 26 años, y Reynolds, de 32, anunciaron su compromiso en mayo de 2008 después de un año de noviazgo y se casaron cuatro meses después en una ceremonia íntima en Canadá, país natal del protagonista de 'Buried'. Con su separación, Hollywood se queda sin una de sus parejas más atractivas de los últimos tiempos.