Su participación en la famosa serie juvenil ‘Élite’ le generó una fama tan abrumadora que la llevó a encabezar el ranking de españolas con más followers en Instagram. Ester Expósito nos muestra a través de las redes sociales cómo es su día a día cuando las cámaras se apagan o cuáles son los siguientes proyectos profesionales donde podremos apreciar su talento. Es innegable que esta joven actriz se ha convertido en unoa de los rostros más demandados de las marcas y de la ficción, logrando conseguir una intensa agenda de trabajo que tuvo que frenar de golpe por culpa del confinamiento obligatorio por el coronavirus, el pasado mes de marzo. Una situación extraordinaria para todos que también influyó de forma negativa en el estado de ánimo de la actriz.

“Fue horrible. Yo convivo con la ansiedad desde antes de la fama. Siempre estoy que me va a mil la cabeza”, empezaba a rememorar cómo tuvo que adaptarse a esta pausa forzada en una entrevista para ‘Icon’. “Me viene muy abajo, tenía ansiedad a diario, no sabía dónde meterme”, explicaba cómo le había afectado emocionalmente el no poder salir de casa. “Yo necesito mucha actividad, amo trabajar y lo echaba de menos”, aseguraba al mismo medio. Por suerte, todo acabó y ya pudo retomar todos sus compromisos profesionales.

En esta misma charla, Éster aseguraba desconocer el truco para tener tanto éxito en las redes –en Instagram ya ha atraído a más de 26 millones de admiradores-: “Es que no tengo ni idea. Mi Instagram no está cuidado estéticamente. Tampoco es que yo no suba fotos feas”. Eso sí, es consciente de que su impacto aquí ha creado un “escaparate” increíble (tiene fotografías que han batido records de likes y vídeos que se han viralizado) y que ni una parte del contenido que ofrece refleja cómo es realmente. “Me planteo si me gusta tanto la foto como para subirla (…), pero luego al final no le doy más vueltas porque no me van a conocer a través de mi Instagram. Soy mucho más de lo que muestro ahí, lo mejor de mí la gente no lo ve y lo peor tampoco”.

Harta de las continuas informaciones que informaban de las presuntas operaciones estéticas a las que se habría sometido, Éster estallaba y desmentía a una publicación que señalaba que su rostro había cambiado gracias a una “rinoplastia, diseño de cejas, bichectomía y aumento de labios”. Una consecuencia más originada de su notoriedad. “Resulta que me he hecho toda la cara. Es acojonante. ¡Si no me ha dado tiempo! No me he hecho nada”, garantizaba a ‘El país’ en su entrevista.

“He cambiado y voy a seguir cambiando, pero lo que más me molesta es que no conozco a ningún actor al que, por mucho que haya cambiado de los 5 a los 25, se le cuestione ni se analice si su belleza es natural”, continuaba enumerando las razones que le habrían originado su enfado. A estos habría que sumarle –en propias palabras de ella- el hecho de que empleen su imagen para vender a las niñas que para ser como ella tienen que hacerse las correcciones estéticas que venden.