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Esther Arroyo se daba a conocer al público al hacerse con la corona de Miss España hace 31 años. La modelo se convertía, tras su triunfo en el certamen, en una de las vips nacionales más codiciadas de las pasarelas, el papel couché, los programas de televisión y los photocalls. No había medio o evento que no reclamara su presencia. La gaditana supo aprovechar al máximo esta situación y enfocó su trayectoria profesional en la interpretación y la comunicación con gran éxito. Sin embargo, su vida se frenaba de golpe un 10 de octubre de 2008 tras sufrir un brutal accidente de tráfico que le dejó graves e irreparables secuelas.
La presentadora viajaba hacia Santander con unos amigos en coche, entre ellos, la cantante Ana Torroja, cuando colisionaron contra una furgoneta. Uno de los componentes del grupo fallecía al instante. El resto pudo salir de allí con vida, pero con lesiones de diversa gravedad. Esther sufría una rotura de tibia y peroné que estuvo a punto de dejarla de por vida en una silla de ruedas. "Me explotaron los huesos porque la rueda del coche impactó contra mi pierna. He estado mucho tiempo sin hacer vida normal. Me daban unos dolores en las piernas que me tenía que tirar al suelo", recordaba este miércoles junto a Bertín en su programa de Canal Sur.
“Hasta hace 2 años no he tenido vida. El accidente me destrozó por completo y psicológicamente también he estado luchando”, desvelaba las secuelas que le dejó este traumático suceso. Después de casi 10 años en manos de profesionales, y gracias a su afán de superación, Esther ha podido conseguir "calidad de vida”. Un complicado proceso en el que contó con el apoyo de sus dos hijos, Francisco José y Ainhoa. “Estoy como loca con mi niña. Devora libros. Sólo se gasta el dinero en eso”, se mostraba orgullosa de su pequeña en esta misma entrevista.
A su lado también ha permanecido Antonio Navajas, su pareja, con quien celebraba hace unas semanas su segunda década juntos. “20 años se dicen pronto, pero muchas cosas pasan. Nosotros en este tiempo hemos vivido tsunamis, accidentes y ahora pandemia, entre otras cosas”, enumeraba algunas de las vivencias más llamativas que han vivido en un post. “Pero lo que más hemos hecho es reír. Es un hábito que no perdemos. Esto no nos mantiene a salvo en los peores momentos”, afrontaba su porvenir de la mano de su chico. “Ha sido un placer pasarlos a tu lado. Los mejores años de mi vida… quiero más”, descubría sus sentimientos con una bonita foto junto a él.