Eva Longoria y Eduardo Cruz, un romance que a los dos les viene de maravilla
Hay fotos que quieren demostrar algo y que consiguen el efecto contrario. En ¡Hola! tenemos un publireportaje sobre la supuesta relación entre Eduardo Cruz y Eva Longoria. El reportaje empieza con unas imágenes que claramente son un falso posado. Gracias a Dios, la Longoria es buena actriz y no mira a la cámara, pero a Eduardo sólo le falta saludar. Pero eso es lo de menos, en una de las instantáneas que lleva el siguiente pie de foto: 'Hay muestras de cariño más elocuentes que los besos más apasionados' se ve como Eduardo coge del cuello a Longoria, casi en plan placaje y le da un beso en la cabeza, ella en vez de arrimarse (como haría cualquier recién enamorada), está rígida, en una postura de esas que recuerdan a las adolescentes que después de esa demostración de cariño de un padre, le dicen, en plan arisco: "Ay, papá, que ya no soy una niña". Vamos, que a Eva no se la ve loca de pasión.
Lo siguiente son unas fotos que parecen más robadas y se observa como Eduardo le da un beso que en el pie de la imagen definen "de película" y que efectivamente suena bastante falso, vamos, que ni se abrazan.
Y ¿por qué todo esto? Pues bastante sencillo. Esta supuesta relación les viene de maravilla a los dos. Eduardo Cruz está intentado iniciar una carrera musical en Estados Unidos y, como bien sabe por su hermana Pe, una relación con alguien famoso es una publicidad impagable. Y en el caso de Longoria está clarísimo. Acaba de separarse de Tony Parker, el jugador de baloncesto, que le había puesto los cuernos de varios colores. En su momento, la mayoría de las mujeres tuvimos un sentimiento ambivalente entre la alegría maligna y la depresión más profunda. Una cierta digamos satisfacción llena de envidia porque pues mira, la belleza no asegura la fidelidad. Pero pensándolo dos veces, el sentimiento era de decepción. Si a ese sex symbol le engañan con otras, ¿qué será del resto de las mortales? ¿La naturaleza masculina no puede ni con eso?
Pero sigamos con el razonamiento. Para el ego y la carrera de Longoria no puede decirse que esta separación haya sido muy beneficiosa. Su orgullo ha quedado herido. Así que pasearse con un joven de buen ver 10 años más joven no le viene nada mal. Y como último apunte un detalle importante. La fiesta a la que fueron juntos y donde se besaron tan fríamente era la de la familia Ridinger, con motivo de la Super Bowl. Vamos, que todos los amiguitos de su ex el Parker iban a estar allí. Y mejor ir con tío bueno de 25 años que sola o con una amiga.