Coco ha decidido que sea yo quien se ponga frente al ordenador porque dice que tiene las uñas largas y puede tener problemas para marcar la eñe. “No es una letra fácil –me ladra- coincide con el meñique que es un dedo necio y torpón”. Pero os manda saludos, que guau a todos los lectores.
Yo también prefiero ser quien escriba, no por miedo a sus caprichos de perra de compañía, sino porque no la he dado de alta en la seguridad social y podemos acabar presos. Así que desde hoy Coco es la co-bloguera. “Si Belén Esteban es copresentadora del Sálvame –me ladra- yo quiero ser tu co-bloquera”. Dicho y hecho. Vamos en amor y compañía. Hemos tenido que hacerle la caricatura de arriba porque es una compañera celosa y dice que está harta de que la reconozcan por la calle por ser únicamente la perra del de Anarosa. “Me llamo Coco”, ladra. “No la perra del de la tele”, matiza. Cerrada en banda. O co-bloguera o no me daba pistas sobre petcelebrities. Guau. “Se más por lo que callo que por lo que ladro”, aham.
En resumen: que tiene identidad y que… ¡vamos! o le hacían caricatura o reventaba el blog.
Coco es la primera co-bloguera de la red. Tiene quince años, es virgen, le gusta la manzana, el jamón, la naranja y las aceitunas. El queso se lo tengo prohibido, engorda. Así que me lo he tenido que prohibir yo también para no tenerla pegada a la puerta de la nevera. A Coco no le gustan los juguetes de perros porque son absurdos y pitan escandalosamente, es fiel y autónoma a partes iguales; tiene una amiga que se llama Luna, le fascina bañarse y no tiene ninguna raza.
-“Esta perra es mestiza”, - dicen en su cara.
-“Tu tienes un chucho”. Murmuran
Ella ya ni ladra a esos comentarios. Se ha ido acostumbrando a se la única perra casual wear del vecindario.
A Coco le digo que es adoptada, le cuento que la encontré perdida en la calle un diciembre frío y lluvioso y me la traje para casa. Tuerce un poco el morro porque le suena a canción de Perales pero desde entonces vive feliz. Y nos hace felices. Yo le digo, para que no se sienta una perra cualquiera, que Zara y Mango tampoco son grandes marcas, que todos somos mestizos y que mezclarse es lo más maravilloso que existe porque si no salen hijos tontos. Coco tuerce de nuevo el morro y me enseña la cartilla, su cartilla de veterinario, “aquí pone mestizo”. Uff.
Todas las mascotas de famosos son de raza, el bulldog de Victoria Beckam se pinta las uñas de rosa, el chihuahua de Paris Hilton, todos de marca, todos de raza.
Desde hoy vamos en pareja con el blog. Coco y yo. Atentos.