Las fotos de Carmen Lomana -en sus ediciones tanto española como americana- están generando ríos de tinta. La protagonista, videobloguera en esta casa, ha querido explicar a Divinity el significado de las imágenes de la polémica; cómo fuera de su publicación original e insertadas en nuevas noticias, pierden todo su sentido. Combativa y feminista, nos cuenta en exclusiva qué quería decir con este reportaje.
Entre viaje y viaje, se declara encantada con el resultado: "Me lo pasé genial haciendo estas fotos. Fue superdivertido". Como para no estarlo. Si aquí es más que obvio que Carmen es "la nueva diva pop", como bien titula la versión española, en Estados Unidos la presentan como "la socialité española convertida en estrella de televisión que es una obsesión nacional al romper todas las reglas".
Ambas publicaciones han dado en el clavo. La presentadora de 'La joyas de la corona' pasa de todo tipo de convenciones y en vez de aparecer en alguna de las clásicas revistas anodinas destinadas a los ricos famosos posando en el salón con su familia, lo hace de esta guisa en 'V Magazine', una de tendencias bastante underground ("una revista de fotos artísticas, una revista para gente cool…", dice Lomana), como toda musa de la cultura popular.
Aunque nos explica que "esta foto se hizo para la americana". Y es cierto que en esa versión de la publicación tiene todavía más sentido. En la portada, una increíble Jane Fonda (70) bajo el título 'The who cares about age issue' ('El número acerca de a quién le importa la edad'). Lomana nos cotillea: "Se trata de un reportaje dedicado a las grandes divas después de los 40. Para mí es todo un honor que de España me hayan elegido a mí". Comparte número, además de con Fonda, con grandes estrellas como Susan Sarandon (64) o Sigourney Weaver (61).
Durante la conversación con Divinity, Lomana no cabe de gozo: “El autor (Xevi Muntané”. Este calificativo no está vacío de sentido, sabe muy bien de qué habla: "Soy muy aficionada a la fotografía, a la gran fotografía, a Helmut Newton, a Peter Lindbergh. Por ello, me pareció una gran oportunidad poder participar". Y es que para ella, el significado de esta foto va más allá: "La foto tiene un mensaje feminista. Yo voy vestida y de dominadora. El hombre, en contraste, aparece desnudo. Normalmente siempre se utiliza a la mujer desnuda, sobre todo en publicidad. Esto es lo que yo he querido criticar. ¡Hasta aquí hemos llegado! Una mujer madura puede tener a un chico que beba los vientos por ella…".
Sin embargo, Carmen cree que el mensaje que ella quería lanzar puede haberse sacado de quicio: “Es una foto que fuera de contexto no tiene sentido, y eso es lo que ha pasado. Yo posé para 'V' pero la foto se está viendo en las televisiones a la hora de la cena. No sabía que esta foto se iba a distribuir así. Si lo llego a saber, no lo hago. Estoy muy enfadada con el tratamiento que se le está dando. Además no he cobrado, porque yo nunca cobro por los reportajes”. Como siempre, clara, concisa y sin tapujos.
Acostumbrados como estamos en España a declaraciones bastante comedidas, Lomana rompe el molde en la revista 'V' y suelta que “en la alta sociedad hay gente maravillosa, que conste, pero en general creo que sobran prejuicios y falta bastante cultura y un poco de memoria, porque todos sabemos de dónde vienen ciertos personajes”. Alguna que otra millonaria ha debido estropearse del todo el cardado y los rulos cuando, siguiendo a la impresionante mujer de las imágenes, la protagonista de estas les lanza este envite.
Y es que pese a que Carmen Lomana se asocia automáticamente a la palabra frivolidad, lo cierto es que, como dice Alex Carrasco -autor del texto y director de la edición española de 'V Magazine'-, también es una enamorada de la cultura ("Su colección de bolsos de Hermès es solo comparable a su colección privada de arte", afirma). Además, la política le preocupa: "Necesitamos un cambio radical y quitar a este Gobierno de necios que tenemos. Los socialistas hablan siempre de su maravillosa política social, ¿pero cómo va a haber políticas sociales sin dinero?".
Porque, lejos de lo que se pueda pensar, no es una afiliada a la derecha que defiende a ultranza cualquier acción que pase por esta opción. Carmen cuenta que durante el golpe de estado de Pinochet, su marido fue detenido y enviado al Estadio Nacional "donde pasó tres meses viendo verdaderas atrocidades". Después de esta terrible experiencia, su casa "se convirtió en una especie de consulado". A lo que añade: "Muchos expatriados chilenos venían a nuestra casa buscando ayuda, había veces que teníamos el salón lleno de zombis, porque no te puedes ni imaginar cómo llegaban muchos exiliados después de haber sido torturados".
Tras este nuevo "chupaos esa, mujeres ricas aburridas", cualquier foto familiar alrededor de un árbol de navidad queda a la altura del betún. Mientras tanto, esperamos impacientes una nueva aparición de este gran monstruo mediático que, encima, tiene coco y farda de cuerpazo.