Escapada de fin de semana en Barcelona con el marido y cuatro niños. Si una se imagina una situación así piensa en ver el Camp Nou de lejos (o como mucho un entrenamiento), picotear en un sitio cualquiera y sufrir el infierno de organizar la logística de familia numerosa en movimiento. Pero cuando estamos hablando de una reina, la visita al Nou Camp se transforma en ir al palco a ver un partido, el comer en cualquier lado en aprovechar los últimos días del Bulli, la escapada íntima en viajar con dos autobuses repletos de séquito y contar a los amigos cómo ha ido la cosa… en enviar un twitt a casi 1,4 millones de personas.
La reina Rania de Jordania, recuperada por completo del cateterismo que le fue practicado en Nueva York hace poco , disfrutó ese sábado en el palco del Barcelona del partido que enfrentó a este equipo con el Villareal y que ganó por 3-1. Algunos se enteraron cuando las cámaras que retransmitían el encuentro enfocaron a la guapísima mujer, vestida de cuero. Otros, cuando leyeron el par de tweets que dedicó al espectáculo.
“Nada como ver al #Barca en su propio césped, y hemos hecho de ello un asunto familiar”, decía, para añadir inmediatamente después “Quién iba a decir que estrechar lazos con tus hijos adolescentes fuera a ser tan divertido”.
Rania aprovechó para publicar una foto en su twitter tomada en ese momento en el campo y en el que aparece con su marido el rey Abdalá y dos de sus hijos, Hussein e Imán (al parecer Hussein es un gran fan del equipo de Guardiola). Y porque las palabras de la reina dicen lo contrario y no seremos nosotros quienes digamos que las reinas mienten, pero más que viendo un partido de fútbol divertidísimo en plan familiar, la foto parece sacada en una conferencia sobre derecho penal, a juzgar por la cara circunspecta de la familia real jordana que está rodeada de señores con traje y corbata. Ni una sola bufanda de colorines, ni una vuvuzela, ni un bocadillo, ni un niño con pintura en las mejillas. Desde luego, lo que una reina puede considerar un planazo no tiene mucho que ver con lo que un mortal piensa. En esto hay que reconocer que la familia real española esmucho más apasionada futbolísticamente hablando.
El periódico La Vanguardia contaba que entre los planes de Rania y Abdalá también se encontraba ir a Roses para comer en el mejor restaurante del mundo, El Bulli de Ferrán Adrià, que está a punto de cerrar sus puertas. ¿Twitteará Rania los platos que le vayan sirviendo como una blogger cualquiera?
Rania es una enamorada de Barcelona, y lleva tres visitas a la capital catalana en menos de un año y medio. En julio de 2009 asistió al concierto de U2 en el mismo estadio en el que ayer disfrutó de un partido. En febrero de este año fue ponente del congreso de telefonía Mobile World Congress, donde trató uno de sus temas preferidos, el del uso de la tecnología para el desarrollo a través de la educación. En esa ocasión fue un viaje de chicas, ya que Rania fue acompañada por sus hijas Imán y Salma. Ya entonces prometió en Twitter que volvería con la familia al completo. Y ha cumplido.
@QueenRania es una de las twitteras más famosas del mundo, y quizá la miembro de la realeza que mejor está entendiendo el papel de las redes sociales. Fue pionera en el uso de YouTube como canal de comunicación, tiene página web, Facebook y actualiza ella misma su Twitter a través de una Blackberry. En sus asiduos mensajes suele combinar información sobre los temas de su interés (cooperación, política internacional, derechos de la mujer, actualidad jordana) con pinceladas de su vida cotidiana ilustradas con una buena cantidad de fotografías y de reflexiones sobre la belleza de la maternidad. Constante y muy profesional, muchos han querido ver no sólo en sus ‘looks’ sino también en su actividad en internet un espejo en el que debería mirarse Letizia Ortiz, sobre la que se ha rumoreado que podría abrirse una cuenta en Twitter. De momento, el único miembro de la familia real española presente en la red social es Iñaki Urdangarín. Una pena, porque nos encantaría ver a Letizia twitteado un partido de fúbol con su marido y sus niñas.