Antes de la menstruación, en nuestro cuerpo se producen diversos cambios. Uno de los más reconocidos pueden ser los gases, algo que sucede a muchas mujeres. Eso sí, se trata de uno de los síntomas de los que menos se habla, ya que suele ser más común la inflamación de los pechos o del abdomen o el bajón anímico debido al síndrome premenstrual.
Así, que tengas gases antes de la menstruación será algo totalmente normal y está relacionado con la fluctuación de las hormonas femeninas. De esta forma, en la primera fase del ciclo o fase folicular se aumenta la producción de estrógenos. La hormona FSH, que genera la hipófisis, selecciona entre 15 y 20 folículos de óvulo del ovario que irán creciendo, aunque solamente será uno el que madure y que produzca la ovulación.
Durante ese proceso, las células de los folículos van liberando los estrógenos. Este aumento progresivo de estrógenos suele provocar cierta retención de líquidos y, sobre todo, hinchazón. Además, una vez que comience la ovulación, empezará a aumentar la progesterona. Esta hormona preparará el endometrio para un posible embarazo y relajará algunos músculos lisos del cuerpo, entre los que podemos encontrar los intestinos.
Es por eso que el tránsito intestinal se ralentiza. Los alimentos pasarán más tiempo en el intestino y fermentan más, dando lugar a bacterias que provocan gases. También, las mujeres embarazadas sufrirán mucho de gases, debido a las dosis altas de progesterona. Además, no solamente la mujer podrá sufrir de gases, sino que se podrá producir diarrea. Igualmente, otras mujeres pueden tener estreñimiento antes de la regla, ya que la progesterona ralentiza el tránsito intestinal.
Para aliviar los gases, lo más recomendable será seguir una serie de consejos. Para ello, habrá que llevar una dieta equilibrada y evitar aquellos alimentos que sean flatulentos o que provoquen digestiones pesadas. Además, será importantísimo beber mucha agua, ya que acelerará el tránsito intestinal. También, será importante hacer ejercicio físico y masajes abdominales.