Silvia Abascal está ingresada en el hospital Gregorio Marañón, después de haber sido operada de urgencia de un ictus cerebral en el hospital Carlos Haya de la capital malagueña. Según testigos, durante la clausura del Festival de cine de Málaga el pasado 2 de abril la actriz empezó a sentirse mal en el hall. Parece ser que se aquejaba de fuertes dolores de cabeza y que tras llevarse las manos a la cabeza, perdió el conocimiento y tuvo que ser atendida por una ambulancia.
De acuerdo a expertos consultados por Divinity, los fuertes dolores de cabeza son síntoma de ictus hemorrágico, que es un poco más peligroso que el isquémico. Mientras que en este último, un vaso sanguíneo se tapona, en el hemorrágico, el vaso revienta. Este tipo de accidente cerebrovascular no es habitual en gente joven y suele estar asociado al consumo de drogas estimulantes o a malformaciones arteriovenosas.
En el caso de Silvia Abascal, el hospital ha hecho público un parte médico en el que informa de que la actriz ingresó por una "malformación vascular congénita cerebral y está siendo tratada en dicho centro. Clínicamente se encuentra bien", según firma el Dr. Pérez Calvo, jefe de Neurocirugía del Hospital Gregorio Marañón.
La operación de urgencia es el tratamiento común en estos casos y la recuperación es mucho más fácil cuanto más joven es el paciente. Por lo general, el pronóstico es complicado y las secuelas, aseguradas casi siempre, afectan a las funciones motoras, cognitivas, el lenguaje o incluso a las tres a la vez.
La información publicada por el portal Terra Mujer afirma que la intervención fue un éxito. Un especialista de la UCM ha explicado a Divinity que esto posiblemente quiere decir que se pudo drenar la hemorragia. De ser así, el pronóstico y la futura recuperación mejorarían considerablemente, aunque –y pese a lo que afirma el portal Terra-, tendrá que trabajar duro para poder superar las secuelas.
En resumidas cuentas, de tratarse de un ictus hemorrágico, que es lo más posible de acuerdo a sus síntomas, el incidente es peligroso y la recuperación, lenta. Que esté ya en planta significa que está estable y consciente, pero no asegura que no vayan a existir secuelas, que habitualmente son graves en estos pacientes. Juega a su favor la edad y que no hubiese complicaciones durante la intervención.