La modelo rusa Irina Shayk, actual ganadora del Prix Marie Claire a la modelo del año, se ha convertido en la primera extranjera que protagoniza la portada de Elle cubierta con cristales Swarovski en su ya tradicional número de diciembre. Estos posados se remontan a 2007, cuando Paz Vega se estrenó en esto del sensual baño de cristales. Una auténtica joya para despedir el año.
La revista, en un alarde de sofisticación, ha vuelto a conseguir el equilibrio entre la insinuación y la elegancia. El rojo ha sido el color elegido para revestir el cuerpo de la modelo, que ha esculpido su piel con el brillo del cristal-joya en la portada que, como Freixenet, se ha convertido ya en toda una tradición de fin de año. Irina ha asegurado que la experiencia fue sorprendente, una sensación incomparable: “Me ha encantado, parecía que llevaba algo puesto". Fueron necesarias nueve horas y un equipo de tres maquilladores especializados en 'body painting'. Santiago Esteban ha sido el encargado de la sesión fotográfica. Un trabajo donde primó la paciencia. "Tuve que estar tumbada sobre una tabla que estaba especialmente dura, mientras tenía un montón de cristales pellizcándome la piel. Pero me sentía muy sexy", ha confesado Shayk. La idea de los productores no era pintar sobre su piel, sino que los cristales quedaran pegados a su cuerpo como la arena cuando uno se tumba en la playa, de un modo desordenado pero sutil. Irina, sin duda, es una de las imágenes del año. una chica que se considera independiente y con las ideas muy claras. Quería ser modelo y luchó por ello hasta conseguir ser una de las mejores, y aunque muchos piensen lo contrario a raíz de su relación con el futbolista Cristiano Ronaldo, ella asegura que no depende de un hombre.
2010.- Para la portada dek año pasado, la revista no se conformó ni con una ni con dos. Por eso tiró la casa por la ventana y cubrió de cristales de oro a tres bellezones que hacían un pequeño guiño a 'Freixenet'. Mónica Cruz, Natasha Yarovenko y Paula Echevarría, tres actrices de moda que lucieron figura para dar la bienvenida a la Navidad.
Tuvieron que soportar al menos 10 horas de sesión con 15 colaboradores para acabar con 15.000 cristales pegados a sus cuerpo. El fotógrafo fue Pascal Chevallier. El mismo que hizo la primera sesión, protagonizada por Paz Vega. Este número salió con dos versiones de portadas. Además, se publicó una edición especial con tapa dura y cristales 'Swarovski'. Las actrices tuvieron que dormir en el suelo y apenas pudieron comer para evitar que los cristales se desprendieran de sus cuerpos al incorporarse. Mónica Cruz, Natasha Yarovenko y Paula Echevarría mostraron su profesionalidad y resistencia física soportando tantas horas cuidando de sus cristales. Una intensa jornada de dos días: uno para colocar los brillantes y otra para la sesión de fotos. Natasha Yarovenko posó con un bolso Midnight Bag de la colección Swarovski. Las tres participaron, además, en una producción de moda para la revista.
2009.- Elsa Pataky fue la elegida para protagonizar el desnudo más impactante de ese año. La actriz posó con su cuerpo semidescubierto practicando una de sus grandes aficiones, el yoga. Con un ambiente muy zen, fue la siguiente en cubrir su cuerpo con miles de cristales en ese número de diciembre. La revista 'Elle' quería reflejar un ideal de belleza, tanto externa como interna, en armonía con la naturaleza. Un estilo de vida que simbolizaba el nuevo rumbo de Elsa.
La actriz estrenaba una etapa saludable y de conexión con la vida. Mostró unos mensajes sobre su piel: paz, espiritualidad y defensa del planeta".Unas 19 personas, entre ellas Baltasar G. Pinel, colocaron los Swarovski. La actriz posó para Jaume de Laiguana. El método, como anteriormente, fue absolutamente artesanal. 'He sufrido un poco en la sesión de fotos’, reconoció ruborizada. Se usaron siete tonos de azules en cuatro tamaños distintos. El lugar elegido fue el acantilado de L´Alfás del Pi. Durante la entrevista confesó que le gustaría conocer pronto la maternidad. En ese momento vivía con intensidad su relación sentimental con Adrian Brody, aunque se rumoreaba que podía estar conquistando a Olivier Martínez. "Ahora estoy en una época tranquila en la que me planteo tener un hijo", dijo, pero a día de hoy, casada con Chris Hemsworth, continúa sin encontrar el momento ideal para tener descendencia.
2008.- La segunda en la lista fue Belén Rueda. La actriz hizo una pausa en el rodaje de ‘El mal ajeno’ y posó desnuda para el popular fotógrafo Jaume de Laiguana. A ella también le tocó sufrir.
Trece horas fueron necesarias para cubrir su cuerpo hasta convertirlo en un sensual vestido de miles de cristales Swarovski: “Al principio del body painting me sentí un poco violenta, porque tenía a tres personas colocándome los cristales en el cuerpo sin ropa, pero al rato, para mí cambió el sentido de lo que estaba haciendo, vi el lado creativo y artístico… y me dejé llevar por esta nueva y maravillosa experiencia”, declaró la madrileña en la entrevista que se hizo al día siguiente de la sesión de fotos. “Cuando has guardado tu faceta sexy para la intimidad, te cuesta más sacarla", confesó la actriz mostrando su lado más tímido. Belén reveló en la entrevista su truco para llevar una vida sana y sentirse bien: “¡Qué manía con el bisturí! Somos muy vagos y queremos perder los kilos rápidamente. Hay otro camino más natural: el deporte”. A sus 43 años, la artista lució una estupenda figura para la portada de ‘Elle’.
2007.- La actriz sevillana es la privilegiada que posó en la primera portada con los cristalitos. Paz Vega tenía pendiente el estreno de la película "El destino de Nunik". En este número, su cuerpo sintió la sensación de llevar pegados más de 6.000 cristales Swarovski, como si de un lujoso vestido se tratara.
Baltasar G. Pinel, de MAC, los colocó uno por uno y tras una agotadora sesión de maquillaje que duró 14 horas, Paz posó ‘deslumbrante’ para el fotógrafo Pascal Chevallier. “La experiencia de desnudarme mientras me tatuaban la piel fue una obra de arte, algo diferente a todo lo que he vivido”, contaba la actriz. La portada, al ser una novedad, se convirtió en un auténtico objeto de deseo. Se publicaron sólo 15.000 ejemplares. Las fotos se elaboraron en dos días de intenso trabajo. El primero para el maquillaje corporal y el segundo para la fotografía y la entrevista. La actriz nos mostró en su día, a una mujer sincera y muy celosa de su intimidad: “Mi mayor virtud es la naturalidad. La gente a veces espera más de mí. Y no. Yo soy esto”. A la vez, dio su versión más risueña a la hora de hablar de su maternidad, que había estrenado tan solo siete meses antes, y de su vida en Los Ángeles: “¡Empezar de cero a los 31 da tanta vidilla!”.