José Luis Moreno ha sido detenido a primera hora de este martes en una operación policial en la que se pretendía desmantelar a un grupo criminal por presunta estafa y blanqueo de capitales. El productor y sus socios, que también han sido detenidos, están investigados por un entramado empresarial en el que, según apuntan varios medios, se desviarían parte de las ganancias que obtenían de distintos negocios, la mayoría relacionados con la producción y el mundo audiovisual.
Según ha publicado El Confidencial, la organización estaría formada por una compleja red con más de 700 mercantiles para “apropiarse del dinero de créditos bancarios y privados”. Una vez conseguidos esos fondos, los desviaban a compañías instrumentales para impedir su reclamación.
Esta operación policial, bautizada con el nombre de ‘Títere’, buscaba a cincuenta personas que estarían involucradas en esta trama en la que, según apunta el medio citado anteriormente, José Luis Moreno serían el máximo responsable.
Este lunes, la Agencia Tributaria publicaba su séptimo listado de grandes deudores y en ella volvía a aparecer José Luis Moreno. Dos de sus empresas, Kulteperalia SL y Alba Adriática SL, aparecen en la lista de morosos por una deuda conjunta que se acerca a los tres millones de euros.
En 2007, el productor fue asaltado por una banda de albanokosovares cuya intención principal era robar en su mansión de Boadilla del Monte. El creador de programas como ‘Escenas de matrimonio’ se encontraba en el interior de la vivienda en se momento, con algunos familiares y personal de servicio. Los asaltantes, una vez lograron acceder al interior, quisieron abrir sus cajas fuertes, pero el televisivo se enfrentó a ellos, siendo herido en la cabeza con un hacha. Las imágenes del empresario con la cara destrozada fueron difundidas y causaron un gran impacto en la opinión pública. En 2016 volvía ser víctima de un intento de robo en su vivienda.
Siete años más tarde, el madrileño sufría un nuevo varapalo al ver sus estudios de Moraleja de Enmedio, formados por cuatro naves industriales unidas, arder. El incendio en un espacio de 50 o 60 metros cuadrados en el que se encontraban varias trabajadoras que lograron salir por su propio pie antes de que llegasen los bomberos. Seis dotaciones de bomberos tuvieron que acudir al lugar para extinguir las llamas y consiguieron controlarlo en menos de una hora, sin que afectase a las naves aledañas. Según informó Emergencias por aquel entonces, los platós no quedaron muy afectados a excepción de la propia nave en la que se originó el siniestro.