La empresa de vuelos 'low cost' Ryanair no va a tener a Lily Allen en su cartera de clientes habituales. La cantante ha atacado a la famosa compañía de vuelos baratos por los suplementos que interponen a las personas que no leen las cláusulas de los billetes que compran por poco dinero. Resulta que Lily llegó al aeropuerto sin la tarjeta de embarque impresa desde casa y se encontró con que el olvido supuso un suplemento de 40 libras, casi 45 euros.
La artista, de 26 años, aprovechó su presencia en las redes sociales para manifestar su descontento. “Ryanair me acaba de cobrar 40 libras por imprimirme la tarjeta de embarque. Increíble”, publicó en su cuenta de Twitter.
Minutos después, una vez había efectuado el embarque volvió a escribir: “Oh, y ahora me la han quitado. Me han cobrado 40 libras por un papel que he tenido en mis manos siete minutos”.
Parece que Lily se dejó llevar por los sensacionales precios que ofrece la famosa compañía de aviones sin leerse las condiciones del billete. En su web dejan bien clarito que la reemisión de la tarjeta de embarque tiene un cargo de 40 libras o de 40 euros. No es ninguna novedad que la aerolínea, que ofrece vuelos por 12 euros, cobra con importantes recargos por cosas como la reimpresión de la tarjeta de embarque, el exceso de equipaje o la contratación de asientos para bebés. Para ello tiene un apartado en la web que, a buen seguro, Lily no visitó.
La razón que llevaba a la cantante a volar en avión y montar este pollo no era otra que un viaje Londres-Dublín para presentar un nuevo establecimiento de la red de boutiques de la que es copropietaria con su hermana. 'Lucy In Disguise', nombre de la tienda, cuenta con una línea propia complementos 'chic'. A pesar de los pingües beneficios que reporta la marca, su propietaria viaja en Low Cost y monta el pollo por el precio de los recargos.