La telenovela de la vida de Lindsay Lohan no se acaba. Tras salir de rehabilitación por quinta vez, parecía que la joven actriz y cantante daba carpetazo a su vida desordenada para iniciar una nueva trayectoria. Nada de eso. Lindsay prefiere seguir regalándonos titulares y escándalos y vuelve a primera línea de la actualidad convertida nada menos que en ladrona de joyas. Y no, no es un nuevo papel para el cine, es el reality show de la vida misma.
Un programa de televisión norteamericano se ha hecho con las imágenes de las cámaras de seguridad de la joyería californiana que la acusa de haber robado una gargantilla. El programa de televisión irá emitiendo a lo largo de esta semana los 42 minutos de metraje incriminatorio de la ex niña prodigio, cantante, actriz, politoxicómana, activista lésbica a tiempo parcial y ahora presunta ladrona. Vamos, que es reincidente en el club de las famosas delincuentes.
Los hechos se remontan a principios de febrero cuando la joyería Kamofie de Venice Beach denunció a la policía a la ex niña prodigio por haber robado una gargantilla valorada en 2500 dólares, informó la web Radaronline.com. Otra de las pruebas incriminatorias vinieron de mano de los paparazzi, que tomaron fotos de LiLo llevando el collar en cuestión después del día de autos. ¡Para que luego digan que la prensa rosa no hace labor social!
Lohan, de 24 años, acudió a dependencias policiales después de que le comunicasen la denuncia. La agencia de noticias TMZ informa que la estrella intentó defenderse de las acusaciones después de una rueda de reconocimiento en la que se leyeron sus derechos. ¡Como una vulgar ratera! Por otra parte la publicista de Lindsay en el Reino Unido negó al rotativo Daily Mail que ella robase joya alguna.