Lindsay Lohan posa en el triplex de su arresto domiciliario
Cuando el hambre aprieta, el ingenio se agudiza. Lindsay Lohan ha decidido sacar tajada de su arresto domiciliario posando en su mansión-cárcel para la prestigiosa publicación americana dedicada a la decoración y a la belleza 'Life and Style'
La famosa actriz de 'Chicas Malas', que cumple una condena que le impide salir de su casa por robar una gargantilla en una joyería cuando se encontraba en libertad condicional por sus problemas con el alcohol y las drogas, nos abre la puerta de su lujosa cárcel-mansión. La verdad es que dan ganas de delinquir para que no te dejen salir de semejante casoplón.
Según fuentes oficiales, la falta de presupuesto obligó a la jueza encargada de su caso a recomendar el arresto domiciliario. Las cárceles de California están saturadas. Y Lohan tan feliz en su casa.
El tríplex, situado en primera línea de playa en una lujosa localidad californiana, está valorado en 2,25 millones de dólares. Lindsay, humilde como cualquiera, reside en la mansión (que tiene tres dormitorios y cuatro cuartos de baño) en modo de alquiler. La chocita le sale por 7.000 dólares al mes de nada. Vamos, calderilla.
En la entrevista, Lindsay asegura que ahora ve mucho más la televisión y que le queda tiempo libre para decorar su casa. Lo malo es que echa de menos su vida en el exterior, ya que es "una persona muy social". “Me gusta pasar tiempo fuera de casa y me dio mucha pena no poder acudir al 16 cumpleaños de mi hermano pequeño. Eso me dejó mal", declaró la problemática actriz.
Sin embargo, la condena de Lindsay es la envidia de cualquier anfitrión. La protagonista de 'Herbie A Tope' recibe constantes visitas de amigos. La actriz indicó asimismo que todo ese tiempo recluida en su casa le ha servido para recapacitar sobre sus problemas con la justicia. "Entiendo las situaciones en las que he estado metida y no quiero volver a eso", dice arrepentida. "Estoy feliz de haber podido dejar esto atrás y poder seguir con mi vida y con mi carrera", concluye.