María Pombo muestra un efecto secundario del tratamiento contra la esclerosis múltiple: "La marca que se me queda"

Este año está siendo una auténtica montaña rusa de emociones para María Pombo. La influencer explicaba a sus seguidores, tras una ausencia en redes sociales, que se había sometido a unas pruebas médicas al notar unos extraños hormigueos por su cuerpo. "Me hice una resonancia y se vio que tenía mielitis, que para quien no lo sepa es inflamación de médula. Las esclerosis múltiples suelen empezar con estos síntomas", contaba en aquel momento.

Una sospecha que se confirmó tan solo unos días después de anunciar que estaba esperando su primer hijo: “Tengo esclerosis múltiple y empiezo a tratarme la semana que viene”. Ahora, con los resultados en la mano, ha puesto en marcha un tratamiento compatible con su estado, mostrando en sus redes un efecto secundario visible en su piel derivado de la medicina que se tiene que tomar para controlar la enfermedad.

“Esta es la marca que se me queda después de la medicación”, ha escrito María en una fotografía donde se observa en su muslo la mancha roja a la que se refiere. “¿Alguien que esté en una situación parecida y tenga alguna crema o solución que le vaya bien?”, ha pedido a su más de un millón y medio de seguidores. Un efecto secundario que no ha pillado desprevenida a la pequeña de las Pombo, ya que desde hace unos días tenía conocimiento de que esto podía ocurrir. “Lo único que puede pasar es que me salga una pequeña reacción alérgica en la pierna, que sería una manchita roja y con puntitos”, explicaba tras haber comenzado el tratamiento. Otra de las consecuencias a la que podría enfrentarse sería una fiebre a los dos días de medicarse que anularía con la toma de Paracetamol, lo recomendado en mujeres embarazadas.

La intención principal de María al hablar tanto de su enfermedad y de cada proceso en el que se encuentra es hacerla más visible y dejar claro que su vida será exactamente la misma, pero tratándose con la medicación. "Me da la sensación de que hay mucho desconocimiento y que genera mucho respeto esta enfermedad. Escuchamos casos muy graves, lo raro es encontrar a esa gente de la que estamos rodeados que conviven perfectamente con ella y que decide no contarlo", explicaba, refiriéndose a casos como el suyo, en el que afortunadamente se había diagnosticado con rapidez.

Con esta intención, María explicaba la pasada semana con total naturalidad lo “contenta” que había salido de su primer día de tratamiento, aun considerándose una persona “bastante exagerada con los dolores”. “Creía que me iba a doler muchísimo, iba atacada. Encima, el aparato con el que me tengo que poner la medicación es gigante, pero luego la aguja es muy finita, no es nada, así que ni me he enterado", comentaba.

“Me lo tengo que poner cada quince días. Esta vez me lo he puesto en la pierna, que es donde me lo han recomendado por el embarazo, pero también puedo ponérmela en el brazo o en la tripa", explicaba finalmente cuál iba a ser la rutina.