· Los padres de él no se rinden: en contra de Raquel y con sospechas de que fue un asesinato, el entorno familiar de Mario Biondo está convencido de que no se suicidó. Contrataron a una criminóloga italiana, Roberta Bruzzone, que desmontó la teoría del suicidio apuntando a que Mario habría sido asesinado por dos personas en el dormitorio de la pareja y posteriormente trasladado al salón para fingir el ahorcamiento.
· Quince fotos que cuestionaban la versión: las imágenes tomadas al cadáver fueron revisadas por expertos en medicina forense y criminología de Italia que apuntaban a que los informes realizados en España eran incompletos. Una de las teorías que sostenían en Italia era la de que el cámara habrá sido ahorcado en realidad con un cable y no con un pañuelo, como apareció.
· ¿Una nueva prueba? Una denuncia presentada en febrero contra el forense que examinó el cadáver falsificación de documento público, acaban de ser admitidas a trámite en España, donde a diferencia de Italia, se daba el caso por cerrado desde entonces. Consideran que la firma que aparece tras el primer el primer reconocimiento y la del día siguiente de la muerte no pertenecen a la misma persona.
· Raquel vuelve a declarar: en enero de este mismo año, a la presentadora se le volvía a tomar declaración, así como a varias personas del entorno del cámara. Al principio de conocerse la muerte y durante el entierro de Biondo, la familia se mostró cercana a Raquel, pero las investigaciones posteriores y el empeño de Santina y Pippo en afirmar que las declaraciones de Raquel habían sido contradictorias (según ellos, la presentadora primero contó que había conocido la muerte de su marido por la mañana y después cambió su versión a por la tarde) han abierto una brecha que parece irreparable. Mientras la familia de él persigue el caso, Raquel ha optado por apartarse de él y rehacer su vida laboralmente y junto a Matías Dumont y sus mellizos.