Cada día me resulta más cansino y agotador que estas tres categorías se utilicen diaria y compulsivamente para definir a un cierto tipo de persona. Lo de “ser mujer” se está convirtiendo poco a poco en un adjetivo que conforma la personalidad del individuo más que ser una simple categoría de género. Lo de ser madre es el segundo peldaño (losa para las que compraron la idea de que “ser mujer” implica consecuencias concretas sobre la persona, donde la maternidad debiera ser la primera de ellas). Y lo de ser trabajadora ocupa el tercer puesto en este podio absurdo y no se refiere dentro de este triunvirato a la profesión de cada una sino a la capacidad de conciliar las convenciones anteriores con una posible actividad profesional (que ocupa el tercer puesto y es y debe ser según este esquema menos importante que los dos anteriores).
Lo grave del asunto es que los tres adjetivos juntos se están convirtiendo en una categoría mental: “mujer, madre, trabajadora” (así en pack) que aporta muy poca o ninguna información sobre la clase de persona que cada quien es. Así que aprovecho este espacio para decir que NI mujer NI madre NI trabajadora. Y propongo usar en su lugar otras clasificaciones posibles. Por ejemplo, comparto aquí mi guía personal para detectar personal guay en general (válido para todo tipo de individuos: hombres, mujeres y lo que venga). Las personas que a mí me gustan en todos los casos son “las que sí". Y sé por experiencia que molan menos "los que no". Seguramente estas categorías son tan tontas y arbitrarias como otras cualquiera, pero nadie las ha inventado por mí (o no tanto como el timo de mujer-madre-trabajadora).
• Las que les gustan los superhéroes y las que no.
• Las que subrayan los libros con boli y las que no.
• Las que llevan libreta de notas y las que ya (ipad) no.
• Las que manchan la encimera al abrir el brick de leche y las que no.
• Las que lo flipan con las primeras diez líneas de “Lolita” y las que no.
• Las que beben vino siempre que pueden y las que no.
• Las que prefieren perro que gato y las que no.
• Las que han leído a Platón y las que no.
• Las que se asfixian en los centros comerciales y las que no.
• Las que aprecian lo buenísima que está Scarlett Johansson y las que no.
• Las que ven algún programa inconfesable en televisión y las que no.
• Las que conocen el fracaso y las que no.
• Las que alguna vez fueron “la otra” (o “el otro”) y las que no.
• Las que tienen una gabardina de toda la vida y las que no.
• Las que tienen un número de calcetines siempre impar en el armario y las que no.
• Las que hablan con los muertos (¿qué tal abuela?) y las que no.
• Las que alguna vez quisieron ser (o seducir a) un vampiro y las que no.
• Las que tienen un sitio preferido para ir a llorar en su ciudad, pueblo o aldea y las que no.
• Las que sintieron algo especial por King Kong y las que no.
• Las que defraudaron al menos una vez a sus padres y las que no.
• Las que tienen miedo al avión y las que no.
• Las que saben quien es Heathcliff y las que no.
• Las que preferían a Heathcliff y las que no.
NOTA: Los dos últimos son tan decisivos que podrían suplir todo lo demás.
Si alguien (hombre o mujer) da en todo que sí se ponga en contacto conmigo a la mayor brevedad dado que sería el hombre o mujer de mi vida...