"Sangro cada mes para que la humanidad sea posible", lo dice Rupi Kaur. La poeta india ha marcado un antes y después en el Menstrual Art, el movimiento artístico alrededor de la menstruación. Rupi publicó una fotografía en Instagram para hablar de su regla, una imagen de ella tumbada con el pantalón manchado de sangre y la red social se la censuró por "violar las normas de la comunidad".
La historia y su respuesta se viralizaron: "Alimentar el ego y orgullo de una sociedad misógina que quiere ver mi cuerpo en ropa interior pero se incomoda por una pequeña mancha, cuando tus páginas están llenas de innumerables fotos y cuentas en las que las mujeres, muchas de ellas menores de edad, son cosificadas, 'pornificadas' y tratadas como menos que humanas", escribió. Instagram tuvo que disculparse. Otra artista que se ha dado a conocer por utilizar su sangre como objeto expresivo es Jen Lewis ('Beauty in Blood.
Representar las realidades físicas, mentales y materiales de la regla en el mundo 'online' también es una necesidad. Y esa es la propuesta de la empresa sueca SAC a Unicode: incluir los 'femoji' en nuestros teclados. Si se acepta, a partir del verano de 2017 podremos usar, por ejemplo, el 'emoji' que representa nuestros cambios de humor o el que expresa la sensación de hinchazón.
Estos síntomas son una realidad y se deben a los cambios bruscos en la progesterona, una hormona que va aumentando su concentración y se mantiene elevada durante los días de regla, nos explica la doctora y sexóloga Elena Requena. Por eso, y porque ya bastante tenemos con lo que tenemos, no permitimos chistes como el de Dani Mateo, que cabreó a Twitter: "La regla = Excusa para decirle a tu novio lo que llevas acumulando durante 28 días. La regla es el Control + Alt + Spr de las relaciones".
"No hagan la menstruación más tediosa de lo que ya es, señores, y dejen este 'humor' para nosotras, que lo hacemos sin estigmatizarnos y mucho mejor que ustedes... quizás porque sabemos de qué estamos hablando", defendía Barbijaputa en su artículo '¡Es sólo humor!'.
No solo sangramos, nos manchamos o nos cambia el humor, la regla también nos duele. En Bristol (Inglaterra), la compañía Coexist reconocía el año pasado el derecho de sus trabajadoras a coger una baja laboral por problemas durante sus ciclos menstruales, sin etiquetarlas como 'enfermas'. En nuestro país aún no se contemplan este tipo de políticas, seguimos luchando por un IVA superreducido (4%) en los productos de higiene femenina, que actualmente es del 10%, el equivalente al que tienen productos de lujo como el caviar. En octubre, La Comisión de Igualdad del Congreso aprobaba la propuesta de no ley presentada por el PSOE que solicitaba, además de la reducción del IVA en estos productos, la de otros bienes de 'primera necesidad' como pañales y preservativos. Todos los grupos apoyaban la propuesta excepto el PP, que votaba en contra, y Ciudadanos, que se abstuvo.
A través de una petición de Change.org, la periodista Celia Blanco reivindica también ese IVA superreducido en los productos de higiene femenina. Cuenta además con el apoyo de la campaña 'Tampons from Canada'. En julio Canadá eliminaba este impuesto, por eso desde la web de esta iniciativa explican: "¡Nos sale más barato comprarle los tampones a Canadá que comprarlos en España!".
Una buena alternativa para ahorrar ese gasto mensual es el uso de las copas menstruales: cuestan alrededor de 15 euros y puedes usar la misma durante 5 a 10 años. Son de silicona, por lo que evitan también el gasto de celulosa y la acumulación de residuos (mejor para el medio ambiente). Y dan a la mujer mayor consciencia sobre cómo es su sangrado (cantidad, color o textura). Su uso se está implantando cada vez más en España.
Otro objeto que nos puede facilitar la vida durante esos días son las bragas absorbentes. Una marca española, Cocoro, lanzaba en noviembre un 'crowdfunding' a través de Verkami para apoyar la fabricación de 1.500 unidades. En dos días ya habían superado los 21.000 que solicitaban y el proyecto sigue sumando (ya va por más de 163.000 euros recaudados). Una muestra de que, definitivamente, algo está cambiando. A pesar de las circunstancias que van en detrimento, hablar de la regla es cada vez menos un tabú y más una necesidad para las mujeres.