Nació hace cuatro meses, concretamente el 10 de julio. A los pocos días de vida, todo el mundo pudo ver sus mofletes en brazos de su padre, David Beckham, en Twitter. Hace unas semanas, en una de sus primeras apariciones públicas, su madre se la llevó de compras a la ‘New York Fashion Week’, querían conocer la tienda de Balenciaga para renovar el armario de taconazos. ¿La sucesión de hechos no recuerda a alguien? La foto siguiente resolverá dudas.
Victoria se ha llevado de nuevo esta semana a la niña de compras en la Gran Manzana. Ataviada con un vestidito gris, leotardos negros y cinta en el pelo a juego, la Harper Seven ha aguantado a los paparazzi sin ser consciente del revuelo. La instantánea nos ha recordado a otra, hace ya unos cinco años, pero de protagonistas diferentes: Suri y sus mofletes (ambas tienen el rasgo en común) en brazos de su madre, Katie Holmes, poco después de casarse con Tom Cruise en octubre de 2006. La niña también llevaba una diadema, rosa en su caso, en la mano.
Conscientes de lo difícil que es criar a un hijo tan expuesto a los flashes, desde la redacción de Divinity exponemos algunos peligros a los que Harper, la niña bonita de los Beckham, está expuesta desde la misma cuna, siempre a juzgar por los precedente marcados por Suri (abril del 2006), la primera súper estrella infantil de Hollywood que lo es sin que nadie sepa por qué exactamente.
Aquí la lista:
2. Bañarse con ropa en Miami a los cuatro.
3. Tacones en la playa a los cinco.
4. Maquillarse de veinteañera a los casi seis.
5. Gominolas un poco demasiado obvias (se nombre literal ‘pene’, con perdón) a los cuatro.
6. Que una sus deposiciones sea inmortalizada por un artista a los cuatro meses.
7. Gastos que superan los 150.000 dólares en zapatitos casi cada año.
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Si a pesar de todo, la tendencia continúa al alza, no descartamos que se sucedan situaciones extrañas, un tanto desconcertantes para los seres humanos de este nuestro planeta tierra (ver foto siguiente). ¿Estamos a tiempo de mantener a salvo a Harper Seven?