El porqué de las oscuras gafas de Pedro Almodóvar: fotofobia

divinity.es 20/02/2012 20:30

No es por querer parecer más glamuroso, ni porque alguna conocida marca de gafas de sol le patrocine... la eterna pregunta de por qué el manchego más internacional suele "embutirse" tras oscuras lentes tiene fácil respuesta: padece fotofobia.

Tras algunos comentarios vertidos en Twitter por personas anónimas, que en ese momento veían la Gala de los Goya, algunos de sus conocidos y personas de su círculo más íntimo informaban al resto del mundo de esta extraña dolencia que afecta al director español más laureado fuera de nuestras fronteras.

La que en sus tiempos mozos fuera "chica Almodóvar", la polifacética Rossy de Palma, informaba de que las gafas mitigan las migrañas.

Nacho Iturbe, quien también seguía la gala de los premios del cine español, comenta que, según cuentan, padece fotofobia.

La redacción de Divinity.es ha querido investigarlo y no hay dudas al respecto. El ganador de dos premios Óscar -por Hablé con ella y por Todo sobre mi madre- y nominado a la estatuilla americana en otras dos ocasiones, reconoce en su propio blog que efectivamente padece fotofobia. Lo hizo el 14 de abril de 2008, en un post titulado "Oscuridad y ficción".

El manchego, nacido en Calzada de Calatrava (C. Real), afirma textualmente: "Hace años que padezco de dolores de cabeza". Prosigue el director afirmando que viene de una familia -por parte de padre- víctima de este tipo de dolores. Y se duele de jaquecas, cefaleas tensionales e incluso migrañas.

"El año pasado [2007], después de la exhaustiva promoción de 'Volver', cuando por fin podía dedicarme a cuidarme y escribir, caí fulminado durante meses por el ataque de ininterrumpidas y persistentes cefaleas y migrañas", relata Almodóvar. Y no debieron ser 'pecata minuta' porque de inmediato se puso en manos de neurólogos y se sometió a diversos tratamientos, según informa él mismo. Y confirma: "Los dolores de cabeza vienen acompañados de una severa fotofobia (todavía la tengo, por eso aparezco con frecuencias con gafas negras en las fotos de las alfombras rojas, no es cuestión de glamour sino de fotofobia)".

El calzadeño termina irónico: " ¿No es absurdo que un director de cine, que vive rodeado de pantallas de luz, de focos enormes, y en cuyo trabajo la luz es esencial, padezca de fotofobia? Tremenda paradoja. Pero toda mi vida, desde que la recuerdo, ha sido una continua cadena de paradojas".

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