Paula Echevarría está pasando el aislamiento en su casa, junto a Miguel Torrres y su hija, Daniella Bustamante. Antes de la crisis sanitaria que ha provocado el coronavirus, la actriz publicaba diariamente un post con el outfit elegido pero, dado que no se puede salir de casa, el espejo de su vestidor se ha convertido ahora en su mejor aliado para enseñar la ropa que se pone durante estos días. Aunque la mayor parte de los comentarios que recibe son positivos, en una de sus últimas publicaciones se ha colado el mensaje de un hater al que la influencer no ha dudado en responder.
Una falda estampada y de volantes, combinada con una camiseta blanca básica y una chaqueta de punto en color rosa. Así se había vestido Echevarría para alejarse , aunque fuese por un día, de la ropa cómoda que ha usado durante estos días de cuarentena. “Quizás porque es domingo, o porque llevo 18 días con un pantalón de algodón y una sudadera (bueno, no los mismos…) necesitaba quitarme el uniforme y vestirme un poquito. Eso sí, lo de los zapatos por casa sigo sin verlo”, escribía la actriz.
Pero entre tanto comentario positivo sobre su nuevo look se ha colado un hater al que no le ha parecido bien su publicación. “No son tiempos de modelitos. Lo mismo si haces un voluntariado no te aburres tanto, ¡faltan manos!”, escribía uno de sus seguidores, haciendo referencia a la crisis sanitaria en la que estamos involucrados por la expansión del coronavirus. “Pues aplícate el cuento y no ocupes las tuyas en dar lecciones de moral en una red social”, ha contestado Paula Echevarría. Una respuesta muy aplaudida por parte del resto de sus seguidores virtuales.
Más allá de la ropa cómoda por la que apuesta estos días, la actriz está mostrándose más natural que nunca en sus redes sociales. Cenas en familia, ratos de peli y manta, entrenamientos diarios para no perder la rutina, manualidades para pasar el tiempo… y un vicio. Cumplido el día 18 de aislamiento, Echevarría ha hecho partícipes a sus seguidores de que el cacao con avellanas es una de sus perdiciones. “Más de uno se va a tener que ir a por chocolate”, avisaba en un storie mientras se grababa mojando un colín en el bote.