Natural, auténtica y positiva son los tres calificativos que resumen el carácter de Edurne. Pese a admitir que ella no es muy de trucos de belleza -se considera "muy normal"-, es reclamada por multitud de marcas para que sea su imagen. Afirma que le gusta que las chicas la vean como un referente pero sobre todo para "vender" una imagen de mujer sana que se cuida. A lo que añade: "No entiendo la delgadez extrema. La mujer española tiene sus carnes".
Edurne afirma que las partes del cuerpo que más tienen que cuidar, siempre sin obsesiones, son el pelo y la cara. Sus secretos básicos son un chorro de agua fresquita después de la ducha para mejorar la circulación, estar tranquila, y "dormir al menos ocho horas", como dormilona declarada que es.
Eduarne es el perfecto referente para una juventud cada vez más obsesionada con la delgadez y el uso de tratamientos agresivos desde muy temprano, que no dejan al cuerpo ni formarse. Ella lo tiene claro: "todo tiene un límite hay que sacarse partido a lo que uno tiene, hay que usar más productos naturales".
Pese a su relación con el guardameta David de Gea, asegura no ser "muy futbolera". Sin embargo, admite que la victoria de la Selección en el Mundial de fútbol "fue un momento inolvidable que unió a todos los españoles". Sabedora del interés que ha despertado su relación sentimental, dice no darle importancia al asunto y de hecho se sorprende de la expectación con la cuentan las mujeres y novias de futbolistas, el fenómeno conocido en EEUU como WAGs.