Me llamo Nuria Labari, tengo 35 años, llevo 14 trabajando en internet y este es el primer post de mi primer blog.
Nota 1: No hay ningún motivo para empezar un blog a estas alturas.
Estamos en abril de 2015 y en este momento todos los blogs que tenían que existir ya fueron publicados en 2000, en 2005 como mucho. Abril 2015: El que tenga algo que decir, que lo retransmita por Periscope.
Los blogs están de capa caída. El medio es el mensaje y Pablo Iglesias anuncia por facebook su ruptura con Tania Iglesias.
Nota 2: Aquel texto merece ser el comentario de texto obligatorio en la selectividad de este año.
Con todo, hay blogs que tienen un pase. Que te digo, un blog de neurociencia, de poesía, de series (escribir sobre series es cool, hipster y ecológico a la vez)… Pero un blog escrito por una tía que se llame #Mujercitas y que se inaugure el 9 de abril de 2015 debería tirarse directamente a la basura.
Nota 3: Corta esta url, compártela en twitter y recomienda a 20 amigos que no lean esto.
En mi modesta opinión, ninguna mujer debería inaugurar nunca más un blog y muy especialmente ninguna que amenace con escribir. Muerte a la escritura en Internet: ¿acaso tu móvil no tiene cámara? Tanto más si le tienta escribir sobre cualquier “topic” que ataña al concepto de lo femenino. Las mujeres han aprovechado Internet para inundar la red con blogs sobre moda, maternidad, cupckakes, ganchillo, fotoblogs (ese género…), fanzines, consultas médicas, pediátricas, reproductivas... Bien. Muy bien. Especialmente durante un tiempo (que ya pasó), superbién.
Nota 4: En 1996 Heleng Fielding dio el pelotazo con su novela “El diario de Bridget Jones” (British Book Award en el 96) y ya de paso creó un género literario: el chick lit, consistente en que mujeres ocurrentes escribieran con inteligente frivolidad sobre su ropa interior y experiencias amorosas. En los 90 tuvo su gracia, mucha gracia, ahora no ayuda. Hoy es el momento de reivindicar las bragas lenceras, no las de abuela. Hemos vivido tal superávit de este tipo de diarios que el concepto feminidad se ha convertido durante un tiempo en sinónimo de frívola ocurrencia. Error.
Por lo demás, yo que no he inaugurado un blog en mi vida, he ayudado a inaugurar varias decenas (más de 50 seguro...) He pedido siempre al bloguero o bloguera en cuestión que hiciera un primer texto con una breve declaración de principios, que tuviera un tema, que se centrara. Dos normas básicas: concepto y concisión. En Internet cabe todo pero no es razón para enrollarse.
Nota 5: Este post tiene que terminar ya.
La cuestión es que por razones estrictamente personales que quizás descubramos más adelante, he decidido empezar con esto. ¿Declaración de principios? Aspiro a que no sirva absolutamente para nada a nadie. La utilidad de las cosas, los textos, los virales, las redes sociales y el email me tiene tan agotada que me voy a permitir el lujo de ser una inútil (cosa para la que, sin duda, tengo grandes cualidades. Y si no, al tiempo).
PD: La del dibujo soy yo. Estoy leyendo el libro Mujercitas, que es el título de este blog por dos razones. Porque es un homenaje a Jo March y porque va siendo hora de reivindicar el diminutivo. Super Little Women.