Mucho hemos hablado de los famosos que se juegan un tartazo vistiendo pieles, pero sus dudas morales a la hora de ponerse un visón tiene que ser de una profundidad filosófica inabarcable si las comparamos con los famosos que directamente salen al campo escopeta en mano a matar animales. El último incidente de la Casa Real española, que el Rey se haya roto la cadera cazando elefantes, ha puesto de relieve la actividad cinegética. No son pocos los famosos enamorados de este deporte. Veamos quiénes son y cómo viven su afición.
Porque una cosa es que cace la aristocracia. Mucho que hablar dio que el príncipe Carlos participara hasta el último día en la caza del zorro. Nuestro Rey lleva medio siglo yéndose de Safari. Y son cincuenta años exactos, debutó en 1962 en Mozambique. Lo lleva en la sangre, una información de la prensa valencia de 1915 noticia que el infante Carlos se había cepillado 356 patos en una tarde. A Raniero le hemos visto pegar tiros con su hija Carolina. Las familias reales son asina, que diría un castizo, ¿pero y los plebeyos?
Es tremendo el caso de los políticos españoles. "En mis andanzas de cazador porla Alcarría…". Ésta es una frase del diario de un eminente político español. ¿Monárquico? ¿Aristócrata? ¿De derechas? No, era Manuel Azaña, el presidente más recordado dela II República española. La caza ha estado siempre presente en la piel de toro y no ha entendido nunca ni de ideologías ni de credos. Vaya por delante, incluso, que para muchos campesinos españoles, salir a dar un paseo con la escopeta era la única forma de poder servir algo de carne en la mesa al cabo de la semana.
Luego se puede discutir si la caza es mayor o menor, o el momento que se elige para esta actividad, la única en la que los gatillazos producen gran deleite en los varones. Por ejemplo, nadie le ha discutido al juez Baltasar Garzón que se fuera a cazar venados con el ex ministro de Justicia Mariano Fernández Bermejo, se quejaron de que el socialista no tenía licencia para cazar en Jaén. Al también el socialista, y ex presidente del Gobierno, Felipe González, El País le describió como "gran aficionado a la caza mayor".
Cuando gobernaba, siempre que podía se iba a pegar tiros a las fincas de Selladores y Lugar Nuevo. Fue un escándalo, de hecho, para el diario ABC que estos espacios fueran vallados para el recreo del líder del PSOE. Pero es que más a la izquierda aún, Cayo Lara también fue campeón de caza menor. En una ocasión, revela el diario El Mundo, le invitaron a participar en una exhibición en la que el propio Rey Juan Carlos entregó los trofeos. Las dos Españas unidas por el perdigón, aunque siempre con matices: "El actual líder de Izquierda Unida, amante de la caza, siempre aclara que él caza conejos, liebres y perdices en cotos municipales a los que puede acceder cualquiera, pero que no dispara contra ciervos, gamos u otras especies mayores ni va a cacerías para ricos en las que hay que pagar mucho por participar".
En Radio Nacional, en el programa de Juan Ramón Lucas, ha declarado a propósito del incidente del Rey en Botswana, que lo que él hace es muy distinto: "yo no soy ese tipo de cazador, yo soy cazador de campo abierto, de caza menor, un tema muy popular que viene de mis raíces". Aunque: "llevo tres años sin practicar la caza, entre el trabajo y la presión de los amigos ecologistas. Ir a matar un elefante, eso no es una caza, la carne ni se utiliza, se hace todo por el marfil… que un jefe de estado se meta en esa aventura es absolutamente repudiable".
Repudiable o no, entre los famosos de este país no faltan cazadores. Uno de pro es Carles Francino, el locutor dela Cadena Ser.También el presentador Juan y Medio, que considera la caza como "un beso que te da la vida" y tiene su particular visión sobre lo repudiable: "Nadie dice nada porque mates un jabalí: es un marrano, feo, asqueroso, pero si matas un ciervo... ¡Ah!, es 'Bambi'. Si pasa una serpiente, la matas, pero no un pajarillo. En la sociedad moderna, lo feo no vende".
Presentador de televisión y actor, Andoni Ferreño, es un hooligan de la caza menor. Exactamente igual que otro actor, Pepe Sancho, que se diferencia entre esperar a que la caza te encuentre o ir a buscarla, como ocurre en la menor.
Y qué decir del deporte. El ciclista sancionado por dopaje Alberto Contador es todo un aficionado a matar palomas. Aunque con su suegro caza perdices y conejos. Pero su amigo el asturiano Benjamín Noval, que fue gregario de Amstrong, es todo un especialista en jabalíes y venados. Hasta el punto de ser denunciado porla Guardia Civil por caza furtiva el pasado otoño. Parece que el pelotón genera ansias depredadoras en los ciclistas. Escartín también caza desde crío. Y no se queda corto: "jabalí, corzo y rebeco".
Son muchos los deportistas cazadores. Y de todas las generaciones. Empezando por Manuel Sanchís, Martín Vázquez, Santiago Cañizares o Raúl González y acabando por el futbolista más carismático de la selección española, Pepe Reina, que considera que la caza "es sentir". Tomó la afición cuando liquidó a un venado "de trece puntitas", aunque ahora lo que más le gusta es el corzo, pero sería un excelente compañero de escopeta del monarca, en la aludida revista señaló: "Me gustaría hacer algún safari por África, también algunos corzos en Hungría, quizá osos en Canadá...".
"La caza es como la vida", opina Hristo Stchoikov, el ex futbolista búlgaro del Barça. Iniciado por el gran capitán de los culés que fue Alexanco, y sólo caza mayor. "Los pajaritos para otros", ha explicado. ¿Es un problema que el Rey vaya a Botswana? El extremo disfruta de lo lindo "en Namibia, en Zimbabwe, en Mozambique…". Y se mofa de Camacho, el ex entrenador de la selección española, por practicar caza menor. El de Cieza considera que la caza menor es la más bonita. Recomienda ir a la perdiz, aunque sugiere empezar a cazar con faisanes y codornices.
En baloncesto, Antonio Martín, va a "cochinos" y corzos. En boxeo, Javier Castillejo, perdices y jabalíes. Entre los toreros, Enrique Ponce y Espartaco, este último compañero de Stchoikov en cacerías por Bulgaria. El cantante Patxi Andión, que tiene cargos enla Real FederaciónEspañola de Caza y ha escrito un libro, 'La caza racional', porque le vuelve loco ser montero. Hasta Norma Duval alterna escenarios con las artes cinegéticas.